Himno Nacional

El Himno Nacional brasileño fue compuesto por Francisco Manoel da Silva en abril de 1831, en oportunidad de la abdicación de Don Pedro I, primer emperador de Brasil, e inerpretado en momentos de la partida de la familia real a Europa el día 13 del mismo mes y año. Carecía, inicialmente, de letra, entonándose con sucesivas adaptaciones al metro y ritmo de la melodía.
Una vez proclamada la República, se llamó a concurso para substituir ese Himno por otro más acorde con la nueva organización política. Sin embargo, el apego popular a la melodía del viejo himno no dejó alternativa para dejarlo.
El día 20 de enero de 1890 la partitura de Francisco Manoel da Silva fue convertida en Himno Oficial, todavía sin letra. Más tarde, los versos de Osório Duque Estrada, por ser los que mejor se adaptaban al ritmo de la música, fueron oficializados por el Decreto No. 15.661 del 6 de septiembe de 1922.
Francisco Manoel da Silva nació el 21 de febrero de 1795, en Rio de Janeiro. Fue violoncelista y violinista, habiendo pertenecido a la Orquesta de Cámara Real. En 1831 compuso el Himno y en 1833 fundó la Sociedad de Beneficencia Musical; en 1841 fue nombrado maestro-compositor de la Cámara Imperial. Merced a sus gestiones fue creado el Conservatorio de Música por Decreto del 27 de noviembre de 1841. Posteriormente, fue maestro de la Capilla Imperial, falleciendo el 18 de diciembre de 1865.
Osório Duque Estrada nació en Vassouras (Estado de Rio de Janeiro) el 29 de abril de 1870. Graduado en Letras, fue profesor, periodista y miembro de la Academia Brasileña de Letras, habiendo dejado una numerosa producción poética. Falleció el 6 de febrero de 1927.
HIMNO NACIONAL
Poema: Joaquim Osório Duque Estrada
Música: Francisco Manoel da Silva
Ouviram do Ipiranga às margens plácidas
De um povo heróico o brado retumbante,
E o sol da Liberdade, em raios fúlgidos,
Brilhou no céu da Pátria nesse instante.
Se o penhor dessa igualdade
Conseguimos conquistar com braço forte,
Em teu seio, ó Liberdade,
Desafía o nosso peito a própria morte!
Ó Pátria amada,
Idolatrada,
Salve! Salve!
Brasil, um sonho intenso, um raio vívido
De amor e de esperança à terra desce,
Se em teu formoso céu, risonho e límpido,
A imagen do Cruzeiro resplandece.
Gigante pela própria natureza,
És belo, és forte, impávido colosso,
E o teu futuro espelha essa grandeza.
Terra adorada,
Entre outras mil,
És tu, Brasil
Ó Pátria amada!
Dos filhos deste solo és mãe gentil,
Pátria amada!
Brasil!
II
Deitado eternamente em berço esplêndido,
Ao som do mar e à luz do céu profundo,
Fulguras, ó Brasil, florão da América
Iluminado ao sol do Novo Mundo!
Do que a Terra mais garrida
Teus risonhos, lindos campos têm mais flores;
“Nossos bosques têm mais vida”,
“Nossa vida” no teu seio “mais amores”.
Ó Pátria amada,
Idolatrada,
Salve, Salve!
Brasil, de amor eterno seja símbolo
O lábaro que ostentas estrelado,
E diga o verde-louro desta flâmula
-Paz no futuro e glória no passado.
Mas, se ergues da justiça a clava forte,
Verás que um filho teu não foge à luta,
Nem teme, quem te adora, a própria morte.
Terra adorada
Entre outras mil,
És tu, Brasil,
O Pátria amada!
Dos filhos deste solo és mãe gentil,
Pátria amada,
Brasil!
Actualizado: 23/08/2023