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2025.06.26 - Discurso con ocasión del Foro Internacional Brasil-Perú 2025
FORO INTERNACIONAL BRASIL-PERÚ 2025
Retrospectiva y Perspectivas del ACE-58, tras sus 20 años de vigencia.
Lima, 26/06/2025
Discurso del Señor Embajador de Brasil en Perú
Texto base
Es un honor participar hoy en este importante evento y pensar en nuevos caminos y alternativas para avanzar en la Alianza Estratégica entre nuestros países, junto a tantos actores clave de los gobiernos y sectores empresariales de Brasil y de Perú. Esta Alianza, en poco más de un mes, va a cumplir 22 años – dos años más que el mismo Acuerdo de Complementación Económica 58 (ACE 58) del que se ha hablado hoy día.
Quisiera, en primer lugar, transmitir mi agradecimiento a las autoridades de los gobiernos brasileño y peruano aquí presentes, a los representantes del sector privado de ambos los países – que son el verdadero motor de nuestra integración – y muy especialmente a la Cámara de Comercio Brasil-Perú y a la Carrera de Negocios Internacionales de la Universidad de Lima, por la organización de esta jornada.
Los lazos entre nuestros países son históricos y profundos. Los contactos entre los gobiernos de Brasil y Perú son constantes y el flujo de visitas entre las autoridades de ambos países es intenso y frecuente. Compartimos casi tres mil kilómetros de fronteras. Es en esa región donde la integración entre nuestros países se desarrolla diariamente, en el contacto cotidiano entre brasileños y peruanos - en el caso de Brasil, los estados del Acre y del Amazonas, y, en Perú, los Departamentos de Madre de Dios, Ucayali y Loreto.
A pesar de su circunstancia compartida, por mucho tiempo, Brasil y Perú dirigieron su mirada hacia lados opuestos del globo terrestre. Era como si la Amazonía, que debe unirnos, nos separara. Pero eso ya nos es así. Asumimos orgullosos nuestra realidad de países amazónicos, comprometidos con un desarrollo sobre bases inclusivas y sostenibles a través de una agenda común de cooperación que concilie la conciencia ambiental con la promoción del desarrollo social.
Juntos, hemos logrado avances en muchas áreas, pero hay mucho más que hacer. Tenemos que aprovechar el tremendo potencial que la relación bilateral puede traer para nuestras economías y poblaciones.
El propio ACE 58, cuyos 20 años celebramos en este evento, es un claro ejemplo de esta realidad. Nuestro intercambio comercial bilateral ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas 2 décadas. Antes de la entrada en vigor del ACE 58, en 2005, el intercambio comercial entre Perú y Brasil alcanzaba los 1,4 mil millones de dólares. Esta cifra ahora está cerca de los 4,5 mil millones de dólares, lo que representa un aumento de más de 200%.
Con eso, Brasil es el 1º socio comercial del Perú en Latinoamérica. Las exportaciones brasileñas hacia Perú representan casi 3 mil millones de dólares, mientras que las importaciones brasileñas provenientes de Perú totalizan cerca de 1,5 mil millones de dólares.
Esta diferencia da lugar a una balanza comercial positiva para Brasil, con un superávit de aproximadamente 1,5 mil millones de dólares. Brasil, sin embargo, no percibe este superávit como necesariamente positivo, lo que queremos es crecer juntos, con un comercio diversificado y equilibrado y con ventajas para ambos países.
En ese sentido, hemos avanzado en los últimos meses en la apertura de nuevos mercados para productos brasileños en Perú, como manzana y frijoles, así como para productos peruanos en Brasil, siendo el caso de frutos cítricos, papas y flores cortadas, importantes cultivos de este país.
Otro ejemplo claro para incrementar las importaciones brasileñas de productos peruanos radica en la atención a los estados amazónicos brasileños. Estos estados, están mucho más cerca geográficamente del Perú que de los grandes centros urbanos brasileños, lo que representa una oportunidad que no se puede desaprovechar para que sea ampliado el intercambio comercial con el nororiente peruano y que ambas las regiones puedan beneficiarse mutuamente de su proximidad.
Para eso trabajamos, pero debemos trabajar aún más y siempre juntos.
Como he mencionado, si bien el ACE 58 sirve de ejemplo de lo lejos hemos llegado, también ilustra la necesidad de que sigamos trabajando, y con aún más esfuerzo. Como hemos visto, el acuerdo, firmado en al ámbito del Mercosur en 2005, ha posibilitado un gran crecimiento de los intercambios comerciales entre nuestros países, pero debemos reconocer que hace falta modernizar y expandir la normativa de la relación económico comercial entre Brasil y Perú.
En los últimos años hemos visto a Perú firmar nuevos acuerdos con distintos países de todas las regiones del mundo. Pero con Brasil, seguimos operando bajo un instrumento que ahora cumple 20 años. Hace falta más para hacer frente al carácter multidimensional de nuestras relaciones económico comerciales.
En este sentido, es crucial avanzar en la implementación del Acuerdo de Profundización Económico Comercial, firmado en 2016 y ya internalizado por Brasil, así como en el Protocolo Adicional Anticorrupción, que ya lleva en negociación cuatro años. El acuerdo podrá contribuir muchísimo para aumentar las inversiones de lado a lado y la presencia mutua de las empresas de ambos países, recuperando con eso un stock de inversiones directas que está actualmente muy por debajo de su verdadero potencial.
Como ha indicado muy bien en reciente artículo mi estimado amigo, Embajador Acurio: “parece indispensable que el Perú termine por decidir si procederá con la ratificación del Acuerdo de Profundización Económico Comercial”.
Confío que sí, y que la voluntad política de ambas partes permitirá alcanzar resultados concretos y alineados con la importancia de una relación bilateral que celebrará 200 años en el 2027.
Relación que, además de una normativa económica comercial moderna y efectiva, no puede prescindir de una integración logística que nos pueda vincular como nos vinculan nuestros lazos de amistad y nuestra enorme frontera.
La ponencia del Viceministro João Villaverde nos ha mostrado que hay muchas opciones para concretar las rutas que tanto pueden contribuir para fortalecer el comercio entre los estados de nuestra frontera, sino también reducir tiempos y costos logísticos entre Asia y Brasil, especialmente con la reciente inauguración del puerto de Chancay.
Como es de conocimiento, históricamente el comercio de Brasil estuvo enfocado en Europa y Estados Unidos, favoreciendo rutas atlánticas. En los últimos años, sin embargo, creció intensamente el comercio con Asia, lo que hace todavía más prioritarias las rutas de integración proyectadas por el Gobierno brasileño y que proponemos a nuestros socios sudamericanos.
Sin embargo, desde mi perspectiva como Embajador de Brasil en Perú, aún más importante que una salida facilitada a los mercados asiáticos es el impacto que la integración logística tendrá sobre la vida de nuestras poblaciones de frontera.
La integración fronteriza y el desarrollo regional están en el centro de nuestras prioridades. En mayo de 2024, realicé un viaje a la región de Madre de Dios, ocasión en que visité las ciudades de Iñapari y Assis Brasil e hice un recorrido por la Carretera Interoceánica. Es indudable que la Interoceánica ha generado un cambio radical en la economía y en el bienestar de la población de las regiones que atraviesa.
Pero la carretera tiene un gran potencial todavía inexplorado. Solamente cerca del 20% de las exportaciones brasileñas hacia el Perú ocurren por vía terrestre, porcentaje que es aún menor para los productos peruanos que llegan a Brasil, de tan solo 4,5%.
Es fundamental dinamizar esta ruta, promoviendo el comercio regional amazónico e integrando aún más a los estados de las regiones Centro-Oeste y Norte de Brasil con la Selva y la Sierra peruanas. Para eso necesitamos resolver algunos desafíos burocráticos en la frontera que impactan tanto al comercio como a la logística.
Para enfrentar dichos desafíos y muchos otros que han sido mencionados a lo largo del día de hoy, no podemos desaprovechar las muchas oportunidades que de igual manera han sido identificadas en las distintas mesas de este evento. Debemos mantener a tope la voluntad política que nos trae hoy a este foro.
Así que quiero, para concluir, reiterar el compromiso del gobierno brasileño – y mi compromiso personal – con las relaciones entre Brasil y Perú, en todas sus ricas dimensiones, como países amazónicos, fronterizos y sudamericanos que persiguen juntos el desarrollo sostenible, siempre en beneficio de sus pueblos, y de los pueblos de toda nuestra región.
¡Muchas gracias!