2025.01.16 - Discurso con ocasión del Desayuno Empresarial "Desarrollo Regional de Lambayeque: Oportunidades para Negocios e Inversiones Perú-Brasil"

Desayuno Empresarial "Desarrollo Regional de Lambayeque: Oportunidades para Negocios e Inversiones Peruanas y Brasileras en la Región Nororiente", organizado por la CAMBRAPER
Lima, 16 de enero de 2025


Muy buenos días a todas y todos,

Saludo a la Ministra del Comercio Exterior y Turismo del Perú, la Excelentísima Señora Úrsula Desilú León,

Saludo al Presidente de la Mancomunidad Regional Macro Región Nor Oriente del Perú y Gobernador Regional de Lambayeque, Dr. Jorge Pérez,

Saludo y agradezco al presidente de la Cámara de Comercio Brasil Perú, Sr. Rafael Torres, y su equipo por la organización de este importante evento y por oportunidad de compartir las perspectivas de la Embajada de Brasil.  

Es un gran gusto participar de este primer desayuno empresarial del año, dedicado a fomentar las relaciones económicas y comerciales entre Brasil y Perú, con enfoque en la región del nororiente peruano.

El comercio bilateral entre Brasil y Perú ha alcanzado un nivel significativo, con un intercambio que ronda los US$ 4,5 mil millones al año. Esto ubica a Brasil como el primer socio del Perú en América Latina y uno de los principales a nivel global. Creemos, sin embargo, que todavía hay un enorme potencial inexplorado, y nuestro objetivo es ampliar y diversificar ese intercambio.

Estamos avanzando en la apertura de nuevos mercados para productos brasileños en Perú y para productos peruanos en Brasil, siempre con la perspectiva de fortalecer esa relación en bases recíprocas. Es especialmente alentador observar el aumento de las exportaciones peruanas para Brasil en los últimos años. Somos conscientes de que Brasil tiene un superávit histórico con Perú y estamos trabajando de la mano con el Gobierno peruano para equilibrar esta balanza, incentivando las importaciones brasileñas de productos peruanos.

Un ejemplo claro de oportunidad está en la atención a los estados amazónicos brasileños, que tienen al Perú como vecino estratégico. Estos estados, al estar geográficamente más cerca del Perú que de regiones como São Paulo o Río de Janeiro, tienen interés en ampliar el intercambio comercial con el nororiente peruano y pueden beneficiarse enormemente de una integración logística y comercial más eficiente.

La integración fronteriza y el desarrollo regional están en el centro de nuestras prioridades. En mayo pasado realicé un viaje a la región Madre de Dios, ocasión en que visité las ciudades de Iñapari y Assis Brasil e hice un recurrido por la Carretera Interoceánica. Es indudable que la Interoceánica ha generado un cambio radical en la economía y en el bienestar de la población.

La IIRSA Sur, por ejemplo, ha permitido reducir en más del 40% el tiempo de viaje, con lo que se redujo el costo de transporte y se optimizó la logística de las empresas. El proyecto tuvo impactos muy positivos en reducir la pobreza, con la generación de empleos directos e indirectos en la región.

Lo mismo ocurre en la IIRSA Norte, que integra la Región Nororiente del Perú - de que hablamos hoy. Según detallado estudio de PROINVERSIÓN, publicado en noviembre del 2024, la concesión de la carretera Interoceánica Norte generó un impacto positivo en el crecimiento económico, la inclusión social y el desarrollo de capacidades en Piura, Lambayeque, Cajamarca, Amazonas, San Martín y Loreto. Con una extensión de 1.041 kilómetros, esa carretera ha logrado conectar los Departamentos de la Macrorregión Norte del Perú, permitiendo un cruce transversal del Perú en 14 horas, y su interconexión con el Norte de Brasil, lo que ha resultado en la dinamización de la agricultura, el comercio, la agro exportación y el turismo regional; el incremento del tráfico vehicular y la reducción en los tiempos de viaje; más allá de la generación de 20.000 empleos anuales a nivel nacional, principalmente indirectos, entre otros impactos positivos.

Estas vías, que conectan nuestros países, todavía tienen mucho a ofrecer. Actualmente, solo el 23,4% de las exportaciones brasileñas hacia Perú y el 4,4% de las exportaciones peruanas hacia Brasil utilizan el transporte por carretera. Necesitamos adoptar medidas para dinamizar este corredor, promoviendo el comercio regional amazónico e integrando aún más los estados de las regiones Centro-Oeste y Norte de Brasil con la Selva y la Sierra peruanas.  Es esencial avanzar en algunos temas pendientes, como, por ejemplo, las dificultades burocráticas en la frontera. También tenemos que solucionar el tema de los cupos al transporte de carga. Hoy en día, un transportista brasileño espera un promedio de 2 años y medio para obtener una licencia para traer carga al Perú. Éste es uno de los principales ejes de trabajo de la Comisión Vice Ministerial de Integración Fronteriza, que fue reactivada y se reunió en agosto pasado en Lima.

Además, para seguir juntos en ese camino de progreso, es esencial que actualicemos los marcos del libre comercio bilateral, facilitando el acceso mutuo a los mercados y promoviendo un intercambio más moderno y dinámico. En ese sentido, es crucial avanzar en la implementación del Acuerdo de Profundización Económico Comercial que firmamos en el 2016, y que ya está internalizado en Brasil, así como del Protocolo Adicional Anticorrupción, que está en negociación hace más de cuatro años.

¡Porque ya hay muchos logros y también excelentes perspectivas de futuro!

Destaco el Proyecto de Irrigación Olmos, ubicado en Lambayeque, que cuenta con fuerte inversión brasilera. Esta gran obra de ingeniería ha permitido convertir un árido desierto en una las principales zonas agroindustriales del Perú, generando un cambio radical en la economía de su región, con incremento del 14,5% en el número de empresas en Lambayeque y un incremento del ingreso promedio mensual de un 63%.

Pero los impactos del proyecto de Olmos se hacen sentir especialmente el bienestar de la población. Desde su implementación, ha propiciado que en promedio 45 mil personas salgan de la pobreza cada año, con reducción de los índices de analfabetismo y desnutrición crónica en alrededor de 2% y un incremento de hogares que cuentan con servicios básicos en Lambayeque en un 7.5%.

Estoy seguro que estos ejemplos exitosos de inversión directa extranjera brasileña seguirán inspirando más emprendimientos en la región, contribuyendo para cerrar las brechas – sociales y de infraestructura – que tenemos.

Es esa visión de futuro que orienta la revitalización de la agenda de integración bilateral y regional. Como socio estratégico, Perú es un actor clave para el éxito del proyecto llamado "Rutas de Integración Sudamericana" - iniciativa del gobierno brasileño - que da seguimiento y concretiza la decisión emanada del Consenso de Brasilia, adoptada por los Jefes de Estado y de Gobierno de Sudamérica el 30 de mayo de 2023.

El puerto de Chancay es el punto en que se unirán dos de las cinco Rutas de Integración Sudamericana, con miras a reducir los costos y tiempos de transporte de mercancías entre nuestros países, nuestros vecinos y el mundo. Éste fue el principal tema de la visita a Perú de la ministra de Planificación y Presupuesto de Brasil, Simone Tebet, en marzo pasado, ocasión en que se reunió con el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes.

Hay creciente interés de las empresas brasileñas en invertir en el Perú, especialmente en sectores que estén próximos a la vida del día a día de las poblaciones, como el transporte y el agua. En estos 2 sectores solamente, el transporte - que comprende desde los puertos y aeropuertos, carreteras hasta las soluciones de transporte público y de masa – y el agua – que incluye tanto el agua de irrigación para los cultivos cuanto el agua potable y el saneamiento para los hogares – están previstos inversiones brasileñas de más de 6 mil millones de dólares en los próximos 3 años.

Estoy optimista con respecto a nuestras relaciones económicas y comerciales hacia el futuro. Y seguro de que la voluntad de los dos países y sus pueblos permitirá que logremos crecientes resultados concretos, a la altura de una relación bilateral que va a cumplir 200 años en el 2026.