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2024.12.03 - Discurso con ocasión del Foro Perú-Brasil, en el Congreso de la República del Perú
Es un gran honor participar hoy en este valioso evento y poder escuchar tantas personas centrales en el gobierno y sector empresarial de Perú sobre cómo podemos avanzar las relaciones con mí país hacia una integración estratégica. Quisiera transmitir mi agradecimiento al Presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, a todos los congresistas y al equipo organizador por la oportunidad de compartir algunas reflexiones sobre la sólida asociación entre Brasil y Perú y sobre las amplias perspectivas para el futuro de nuestra intensa agenda bilateral.
Me gustaría, en primer lugar, de subrayar que la actuación del Legislativo es imprescindible para avanzar en el perfeccionamiento de normas que permitan un mejor desarrollo fronterizo. Estamos muy agradecidos de que las relaciones entre Brasil y Perú reciban atención de ese Congreso en medio a una agenda de actividades y debates tan intensa y nos gustaría de señalar, en particular, el rol de la Liga Parlamentaria de Amistad Perú-Brasil para promover el acercamiento entre nuestros países.
La verdad es que los lazos entre nuestros países son históricos y profundos, involucrando nuestros gobiernos, sectores empresariales y sociedades. Ya celebramos 198 años de relaciones diplomática y más de 20 años de Alianza Estratégica. El contacto entre los Gobiernos de Brasil y Perú es constante y el flujo de visitas entre las autoridades de ambos países es intenso y frecuente. Compartimos casi tres mil kilómetros de fronteras y es en esa región donde la integración entre nuestros países se desarrolla diariamente, de manera orgánica, en el contacto cotidiano entre brasileños y peruanos- en el caso de Brasil, los estados del Acre y del Amazonas, y, en Perú, con los Departamentos de Madre de Dios, Ucayali y Loreto.
A este respecto, me gustaría recordar que el 28 de agosto, se llevó a cabo en Lima nueva reunión de la Comisión Vice-Ministerial Fronteriza Brasil-Perú (CVIF). El encuentro fue presidido por los viceministros de Relaciones Exteriores de nuestros dos países y contó con la participación de diplomáticos, así como de representantes del gobierno del Estado de Acre, en Brasil, y del Departamento de Ucayali, en Perú. Las discusiones permitieron revisar y lograr progresos en temas como facilitación del tránsito y comercio transfronterizo, salud en la frontera, temas indígenas, y medio ambiente.
Hemos logrado registrar avances en muchas áreas y aún tenemos el potencial de obtener beneficios sin precedentes para nuestras economías y poblaciones. El comercio bilateral entre Brasil y Perú ya ha alcanzado un nivel significativo, con un intercambio que suma cerca de 5 mil millones de dólares al año. Esta relación posiciona a Brasil como el tercer socio comercial más importante de Perú en el mundo y el primero en América Latina y el Caribe. Sin embargo, creemos que aún hay un enorme potencial sin explotar, y nuestro objetivo es ampliar y diversificar este intercambio.
Estamos avanzando en la apertura de nuevos mercados para productos brasileños en Perú y productos peruanos en Brasil, siempre con la perspectiva de fortalecer esta relación sobre bases de reciprocidad. Es especialmente gratificante observar el crecimiento de las exportaciones peruanas hacia Brasil en los últimos años. Reconocemos el superávit histórico de Brasil en esta relación comercial y estamos trabajando de manera colaborativa con el gobierno peruano para equilibrar esta balanza, fomentando las importaciones brasileñas de productos peruanos.
Un ejemplo claro de oportunidad radica en el servicio a los estados amazónicos brasileños, que tienen a Perú como vecino estratégico. Estos estados, al estar geográficamente más cerca de Perú que de regiones como São Paulo o Río de Janeiro, pueden beneficiarse enormemente de una integración logística y comercial más eficiente.
Para continuar en este camino, es fundamental modernizar los marcos regulatorios que sostienen el comercio bilateral, facilitando el acceso mutuo a los mercados y promoviendo un intercambio más dinámico e innovador. En este sentido, es crucial avanzar en la implementación del Acuerdo de Ampliación Económica y Comercial, firmado en 2016 y ya internalizado por Brasil, así como en el Protocolo Adicional Anticorrupción, que lleva en negociación cuatro años. Confío en que la voluntad política de ambas partes permitirá alcanzar resultados concretos y alineados con la importancia de una relación bilateral que cumplirá 200 años en 2026.
La integración fronteriza y el desarrollo regional también están en el centro de nuestras prioridades. La Carretera Interoceánica, que conecta a nuestros países, todavía tiene mucho que ofrecer. Actualmente, solo el 19% de las exportaciones brasileñas hacia Perú y el 2,3% de las exportaciones peruanas hacia Brasil utilizan transporte terrestre. Debemos adoptar medidas para dinamizar este corredor, promoviendo el comercio regional amazónico e integrando aún más a los estados de las regiones Centro-Oeste y Norte de Brasil con la Selva y la Sierra peruanas.
El recién inaugurado Puerto de Chancay es otro elemento estratégico para nuestras ambiciones conjuntas. Este proyecto de infraestructura tiene el potencial de convertirse en un gran “hub” regional, conectando dos de las cinco Rutas de Integración Sudamericana y acercando el comercio intrarregional y transoceánico. Esta iniciativa, en el marco del Consenso de Brasilia, es fundamental para reducir costos y tiempos de transporte entre nuestros países, nuestros vecinos y el mundo.
A pesar de estos avances, aún enfrentamos desafíos importantes. Necesitamos resolver algunas cuestiones burocráticas en la frontera que impactan tanto el comercio como la logística. Un tema es es la presencia de cupos para el transporte terrestre de carga entre Brasil y Perú, lo que limita el flujo de la producción brasileña que pasa por el territorio peruano y el número de mercancías brasileñas que podrán utilizar el puerto de Chancay. Resolver estos obstáculos traerá beneficios no solo para el comercio bilateral, sino también para la competitividad de las exportaciones de nuestros países en mercados globales.
Señoras y señores,
Brasil y Perú comparten una visión de futuro con prosperidad mutua e integración regional. Tengo plena convicción de que, a través del diálogo y la cooperación, seguiremos avanzando hacia una relación aún más sólida y productiva.
Reitero mi compromiso, como Embajador de Brasil en Perú, de trabajar incansablemente para fortalecer esta asociación tan estratégica y prometedora.
Muchas gracias, y deseo a todos un evento muy productivo.