Turismo Brasil

Brasil ofrece varias opciones de turismo entre ellas: actividades de aventura, ecoturismo, turismo de negocios y eventos, fiestas populares, de sol y playa, deportes, buceo, pesca y diversos patrimonios de la humanidad. Con sus dimensiones continentales – más de 8,5 millones de km²-, el país abriga ecosistemas tan contrastantes como la selva amazónica y el litoral atlántico, el cerrado y la catinga, con sus paisajes que cambian radicalmente de acuerdo con la estación del año y el pantanal, cuyas planicies se llenan de agua durante el período de las crecidas, dando origen a una riquísima cadena de reproducción animal.

El turista tiene la posibilidad de disfrutar durante todo el año de las playas que se encuentran a lo largo de los 7,4 mil kilómetros de privilegiada costa, con opciones para todos los gustos: playas calmas y de arenas blancas, playas de mar fuerte e ideales para surfistas, playas urbanas y de gran concurrencia o playas semi-salvajes, donde muy pocos han estado.

Brasil está dividido en cinco regiones geográficas: Norte, Nordeste, Centro-Oeste, Sur y Sudeste. Cada una de estas ofrece opciones turísticas muy diversificadas, pero con un aspecto en común: la belleza natural que hace del Brasil un destino perfecto para disfrutar en cualquier época del año.

Visitar el Norte del Brasil, significa conocer la amazonia, sus ríos y su selva. Esta región ofrece opciones que incluyen principalmente paseos, pesca y alojamiento en medio de la selva.

El Nordeste es reconocido en todo el mundo por su diversidad y belleza, como Porto de Galhinas, Fernando de Norohna, Jericoacoara, Praia do Forte, Porto Segura, Morro de São Paulo, Porto Seguro, Maragogi, entre otras. Las altas temperaturas y las playas paradisiacas hacen posible visitar esta región en cualquier época del año. Se trata  del “caribe brasileño”.

El Carnaval de Olinda y de Salvador son eventos emblemáticos de la región. En el Carnaval de Olinda, los turistas pueden disfrutar y experimentar un ambiente lleno de alegría al ritmo de diferentes demostraciones musicales como el “frevo”, el “maracatu”, el “reggae” y el “afoxé”. En Salvador, los desfiles van al ritmo de la batucada, que está conformada por orquestas de percusionistas únicamente. La atracción principal del carnaval son los tríos eléctricos, enormes camiones con luces y sonido, donde los conjuntos bahianos cantan y bailan.

En esta región, se encuentra la “Serra da Capivara”, en el estado de Piauí, con pinturas rupestres que son reliquias de millones de años, consideradas por la UNESCO como patrimonio de la humanidad. Por otro lado, se encuentra el Parque Nacional Lençóis Maranhenses, en el Estado de Maranhão, con 155 hectáreas de paisajes deslumbrantes, lleno de dunas de hasta 40 metros de altura y lagunas de agua dulce y cristalina. El parque es considerado una formación geológica rara en el planeta, dado su ecosistema único.

En el Centro-Oeste está localizada Brasilia, capital del Brasil, construida según proyectos del urbanista Lúcio Costa y del arquitecto Oscar Niemeyer. Brasilia fue inaugurada en 1960 y es, desde el punto de vista urbanístico, una de las ciudades planeadas más importantes del mundo, gracias a sus edificios homogéneos, sus calles organizadas, su lago artificial y sus monumentos a cielo abierto, por lo cual, se le considera Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Pero visitar el Centro-Oeste también significa visitar una región de contrastes: lo antiguo – lugar hacia donde se dirigieron los exploradores “bandeirantes” en el siglo XVII en busca de tierras fértiles y de oro-, y lo nuevo, ya que el gran impulso económico y demográfico de la región sólo vino con la implantación de la nueva capital, a partir de mediados del siglo XX.

Hoy en día es un punto de desarrollo económico dada su agricultura, la cual a su vez, preserva la biodiversidad. En el Centro-Oeste, entre los estados de Mato Grosso y Mato Grosso del Sur se ubica el Pantanal, la mayor zona inundada del planeta y santuario de biodiversidad. Siendo uno de los más valiosos patrimonios naturales del Brasil, es un destino perfecto para realizar ecoturismo, incluyendo observación de aves y buceo en grutas.

Además de contar con hermosos valles y montañas, muchos de los cuales preservan nichos exuberantes de selva atlántica, una marca del Sudeste es el esplendor de la ciudad de Rio de Janeiro y la vida cultural y económica de las capitales. La región Sudeste conforma el centro económico y financiero del país y su parte más industrializada, con una de las mayores concentraciones urbanas del planeta. La zona metropolitana de São Paulo concentra cerca de 20 millones de habitantes y ofrece a los turistas una amplia infraestructura hotelera e infinitas posibilidades de negocios, placer y cultura, ya que recibió la gran mayoría de inmigrantes italianos, japoneses, españoles y árabes del país.

En el Sudeste también se encuentran importantes ciudades históricas, como Ouro Preto y Congonhas do Campo, en el Estado de Minas Gerais, con el trazado urbano típico del pasado colonial brasileño. Esas dos ciudades preservan obras de Aleijadinho, el mayor escultor del país en el período barroco y fueron nombradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La región sur del Brasil ofrece muchas playas, un paisaje montañoso y una cultura marcada por los inmigrantes europeos, en particular italianos y alemanes, que se establecieron en el país entre el siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. La región revela una fuerte influencia de la tierra natal de los ancestros de sus habitantes, en particular en la arquitectura, en la gastronomía, en la enología (visitas a bodegas de vinos y espumosos premiados) y en las fiestas populares. Además de eso, es en Foz do Iguaçu donde se encuentra una de las caídas de agua más exuberantes del planeta, consideradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO, por su belleza natural.