Pronunciamiento del presidente Lula en la clausura del Foro Empresarial Brasil-Japón
Shigeru Ishiba, primer ministro de Japón, en cuyo nombre saludo a todas las autoridades japonesas aquí presentes. Estimado Tatsuo Yasunaga, director ejecutivo de Mitsui y director del Comité Brasil-Japón, senador Davi Alcolumbre, presidente del Congreso Nacional y del Senado Federal, diputado Hugo Motta, presidente de la Cámara de Diputados, en cuyo nombre saludo a todos los diputados brasileños aquí presentes. Embajador Mauro Vieira, Ministro de Relaciones Exteriores, en cuyo nombre saludo a todos los ministros brasileños aquí presentes.
Mi estimado Márcio Elias Rosa, secretario ejecutivo del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio, que está aquí en representación de nuestro vicepresidente y ministro, Geraldo Alckmin. Nuestra estimada Tarciana Medeiros, presidenta del Banco do Brasil. Mi estimado Jorge Vieira, presidente de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (APEX Brasil). Y Eduardo Eugenio Gouvêa Vieira, vicepresidente de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), en cuyo nombre saludo a los empresarios brasileños.
Hoy es para mí un día feliz y triste a la vez. Feliz porque estoy en Japón, un país con el que Brasil mantiene relaciones diplomáticas desde hace 130 años y un país que tiene mucha responsabilidad en la actual etapa de desarrollo de Brasil, tanto en la industria, como en la tecnología y la agricultura.
Los brasileños nunca podremos olvidar lo que Japón hizo en el Cerrado brasileño [región de sabana]: llevó a cabo una revolución que hizo posible que Brasil se convirtiera en uno de los países exportadores de alimentos agrícolas más importantes del mundo.
Y estoy triste porque Brasil perdió 4-1 contra Argentina en las eliminatorias para el Mundial de Fútbol de 2026. También estoy triste porque al parecer me encontraron bajito y me pusieron un taburete aquí para hacerme más alto, cuando no soy tan bajito.
Bueno, estimados amigos y estimadas amigas:
Cuando era candidato a la presidencia de la República por tercera vez, dije que era importante que Brasil volviera a la normalidad política y a la civilidad democrática. Y en aquella ocasión dije que era necesaria la estabilidad política y eso se demuestra aquí, con la presencia del presidente de la Cámara de Diputados y del presidente del Senado y de varios diputados, entre ellos el compañero Rodrigo Pacheco, expresidente del Senado, y Arthur Lira, expresidente de la Cámara de Diputados.
Decía que teníamos que lograr la estabilidad económica y, en los dos primeros años de mi Gobierno, Brasil creció de una forma que sorprendió al mundo, ya que la previsión de crecimiento era del 0,8 % y, crecimos un 3,2 %. Se preveía un crecimiento del 1,5 % para 2024 y, crecimos un 3,4 %. Y puedo asegurarle al primer ministro Ishiba que creceremos más en 2025, porque creo que Brasil necesita salir del grupo de países en vías de desarrollo y convertirse finalmente en un país desarrollado.
Estabilidad jurídica. Y aprobamos, de forma extraordinaria, una política de reforma tributaria que se estaba esperando en Brasil desde hace más de 40 años. Y esta política fue aprobada con el pleno apoyo del Senado y de la Cámara de Diputados para que pudiéramos garantizar a los inversionistas extranjeros y a los brasileños mayor facilidad y estabilidad jurídica. Por eso, estoy feliz.
También nos prometimos garantizar la estabilidad social y, por eso, hemos llevado a cabo la política de inclusión social más importante de la historia de Brasil y la política de crédito más importante de la historia de Brasil.
Puedo afirmar, ministro Ishiba, que nunca antes en la historia de Brasil se había concedido tanto crédito a los más pobres, a los trabajadores y también a los grandes empresarios y al agronegocio, porque el Banco de Brasil volvió a actuar con mucha fuerza, porque el Banco de Desarrollo volvió a actuar con mucha fuerza, porque el banco Caixa Econômica Federal volvió a actuar con mucha fuerza.
Además, tengo una teoría y es importante que los empresarios japoneses la escuchen. Siempre he dicho que demasiado dinero en manos de muy pocos significa pobreza continua. Y que poco dinero en manos de demasiados significa que hay distribución de la renta, significa que hay distribución de la riqueza y eso es lo que está haciendo que nuestro país crezca con la política de creación de empleo más importante que hemos tenido en el país y la mayor política de inversión en infraestructura que Brasil haya conocido, porque quiero invitar a los japoneses a invertir en Brasil, porque Brasil es un puerto seguro, como lo fue para los japoneses en 1908 y queremos serlo en 2025 atrayendo asociaciones, joint ventures e inversiones japonesas en nuestro país.
Recuerdo que, en 2008 recibí a varios empresarios japoneses en Brasil, que en aquel momento dijeron que iban a mezclar un 3 % de etanol en la gasolina y esto no sucedió. Europa prometió un 10 %, pero no sucedió. Y ahora, cuando Japón dice que es posible hacer una mezcla del 10 %, estoy creyendo y deseando que suceda porque será una revolución en la cuestión climática en nuestro país.
También dije que era necesario garantizar la previsibilidad a los inversionistas. A nadie le puede tomar por sorpresa un cambio de ley, un cambio de decreto, un cambio de ordenanza todo santo día.
Es necesario establecer las reglas del juego de la misma manera que se establecen las reglas de un campeonato de fútbol. Todo el mundo tiene que saber lo que va a pasar para que nadie sufra las repercusiones de la actitud de un gobierno, que muchas veces actúa de forma irresponsable, sin tener en cuenta el respeto que se debe a los trabajadores, empresarios y políticos del país.
Por eso, también traje conmigo una delegación de cinco sindicalistas y es una de las pocas veces que he viajado y hemos tenido una reunión entre el sindicalismo brasileño y el sindicalismo japonés.
Por lo tanto, estimados amigos y estimadas amigas, estoy contento porque estamos consolidando una nueva estrategia de relación con Japón. Queremos vender y queremos comprar, pero, sobre todo, queremos establecer alianzas entre empresas japonesas y empresas brasileñas para crecer juntos.
Dicho esto, me gustaría decirles a los invitados:
Hace 50 años visité Japón por primera vez invitado por los trabajadores de la empresa Toyota.
En esta, mi quinta visita, vuelvo acompañado de ministros, parlamentarios, empresarios y sindicalistas para profundizar nuestros vínculos sociales, económicos y políticos. Firmaremos 10 acuerdos de cooperación en las más diversas áreas, así como casi 80 instrumentos entre empresas, bancos, universidades y otras instituciones.
Sin embargo, sigue existiendo un importante desafío. Nuestro comercio bilateral ha disminuido en los últimos años. Ha pasado de USD 17 mil millones en 2011 a USD 11 mil millones en 2024. Algo no ha ido bien en nuestra relación y tenemos que mejorarla.
Este Foro Empresarial es la oportunidad de revertir este declive. En un mundo cada vez más complejo, es esencial que los socios históricos se unan para hacer frente a las incertidumbres e inestabilidades de la economía global. Estoy seguro de que debemos avanzar en la firma de un acuerdo de asociación económica entre Japón y el Mercosur.
Nuestros países tienen más que ganar con la integración que recurriendo a prácticas proteccionistas. Mantener la exención recíproca de visados para viajes de negocios y turismo entre Brasil y Japón es un paso esencial en este sentido. El futuro de nuestra relación también depende del aumento de la inversión.
Brasil seguirá desafiando las proyecciones del Banco Mundial. En los dos últimos años, nuestro PIB ha superado las expectativas y ha crecido más del 3 %. En 2025, volveremos a sorprender al mundo y queremos hacerlo en asociación con Japón.
Aprobamos una reforma fiscal histórica que simplificará procesos, reducirá costos y ofrecerá mayor previsibilidad y eficiencia a las empresas. Estamos corrigiendo injusticias en el Impuesto sobre la Renta para beneficiar a millones de brasileños, aumentando el consumo de las familias y haciendo girar las ruedas de la economía.
Con el Programa de Desarrollo Agrícola del Cerrado (PRODECER), Japón ha contribuido a transformar la productividad del centro-oeste de Brasil. Hoy somos el cuarto productor mundial de alimentos. Brasil cuenta también con un parque industrial fuerte, amplio e integrado en el mercado internacional.
La Empresa Brasileira de Aeronáutica (EMBRAER) se ha convertido en el tercer mayor fabricante de jets comerciales del mundo y tiene un importante mercado aquí, en Japón. La mayor compañía aérea de Japón, ANA, ha anunciado y acordado hoy la compra de hasta 20 jets modelo EMBRAER E-190, que puedo decir al primer ministro Ishiba que son de muy alta calidad los aviones de la EMBRAER. Aquel que compre 20 podrá comprar un poco más y quizá todas las compañías japonesas puedan volar con aviones de la marca EMBRAER.
La participación japonesa en la industria brasileña es de larga data, especialmente en el sector automotriz. Brasil fue el destino de la primera planta de la Toyota fuera de Japón, en 1958. La semana pasada visité una de las plantas de Toyota en Brasil, cuando la empresa anunció una inversión de más de USD 2 mil millones para 2030. Asimismo, Honda, Nissan y Mitsubishi ampliarán su presencia en el mercado brasileño.
Esto impulsará la producción de vehículos eléctricos e híbridos, capaces de funcionar con cualquier mezcla de etanol y gasolina. De acuerdo con la legislación aprobada en el Congreso sobre el Combustible del Futuro, Brasil aumentará el porcentaje de etanol en la gasolina del 27 % al 30 % y en el diésel llegaremos al 20 % para 2030. Es muy positivo que, con el Plan Estratégico de Energía, Japón aumente el porcentaje de bioetanol hasta un 10 % en 2030 y hasta un 20 % a partir de 2040.
La descarbonización no es una elección, es una necesidad y una gran oportunidad. La implicación del sector privado en esta meta es sencillamente fundamental. Brasil siempre será un aliado en la reducción de la dependencia global de los combustibles fósiles.
Las fuentes renovables representan el 50 % de la matriz energética y más del 90 % de la matriz eléctrica brasileña. Seguiremos liderando la transición justa. En noviembre, Brasil será sede de la COP30 en el corazón de la Amazonia y espero que el primer ministro Ishiba participe en la COP, para que pueda conocer el corazón de la Amazonia, de la que todo el mundo habla, pero poca gente conoce.
Y vamos a celebrar la COP más importante de todas las que se han celebrado, con mucha responsabilidad, con mucha serenidad, con menos ufanía y con un debate más serio sobre la cuestión del control del calentamiento del planeta Tierra, que sabemos que no puede superar un grado y medio.
Y no es una broma, no es una cosa de científicos, es una realidad que está pasando en todo el planeta y hay que tener en cuenta que en algún momento en este país y en este mundo no se respetó el Protocolo de Kioto, algunos están dejando de debatir sobre el Acuerdo de París, no se cumplió el Acuerdo de Copenhague en 2009 porque los países ricos se comprometieron a aportar USD 100 mil millones al año para que pudiéramos mantener los bosques en pie y eso no se ha cumplido hasta ahora.
Y es importante recordar que el bosque en pie es muy bonito, pero debajo de cada árbol hay un trabajador, hay un indígena, hay un extractivista, hay un recolector de caucho, hay un trabajador rural. Y si queremos mantener los bosques en pie, tenemos que proporcionar sostenibilidad para que estas personas puedan vivir y tener acceso a los bienes materiales que todo el mundo quiere tener en todos los países del mundo.
Ya hemos presentado nuestra Contribución Nacionalmente Determinada (NDC, por sus siglas en inglés) y estamos liderando un balance ético global para aumentar la ambición climática con vistas a la COP de Belém. Llevaremos a cero la deforestación en la Amazonia para 2030 e intensificaremos la lucha contra todos los tipos de delincuencia transnacional en colaboración con nuestros vecinos. En 2024, la Amazonia logró la mayor reducción de la deforestación de los últimos 15 años.
Estamos fomentando la estabilidad social, económica, jurídica, medioambiental y política que consolida a Brasil como una excelente opción para los inversionistas.
Estimados amigos y amigas, estimado primer ministro:
Le deseo mucho éxito a Japón en la organización de la Exposición Universal de 2025 en Osaka, donde nuestra APEX estará en Japón durante seis meses debatiendo y demostrando lo que Brasil es capaz de hacer. Al mismo tiempo, esta feria debe atraer a millones y millones de personas de todo el mundo y los brasileños queremos estar allí para mostrar al mundo una parte de Brasil.
Aprovecharemos la Expo Osaka para presentar al mundo un Brasil sostenible, diverso y próspero. Mañana me iré de Japón con la seguridad de que vamos por buen camino, honrando nuestra historia compartida y escribiendo nuevos capítulos en esta larga y exitosa trayectoria.
Mi apreciado amigo Ishiba:
Quiero terminar mi intervención diciendo que tenemos tres preocupaciones que deben guiar a todos los presidentes, a todos los primeros ministros y a todos los pueblos democráticos del mundo. En primer lugar, tenemos que luchar mucho por la democracia. La democracia corre peligro en el planeta, con la elección de una extrema derecha negacionista que ni siquiera reconoce las vacunas, ni siquiera reconoce la inestabilidad climática y ni siquiera reconoce los partidos políticos, los sindicatos y otras cosas. Y la negación de la política no aportará ningún beneficio a la humanidad. De hecho, los negacionistas ni siquiera quieren cumplir el Protocolo de Kioto.
Lo segundo que tenemos que defender muy bien y con mucha fuerza es la cuestión del libre comercio. No podemos volver a defender el proteccionismo. No queremos una segunda Guerra Fría. Lo que queremos es el libre comercio para poder establecer definitivamente nuestros países en el movimiento de la democracia, del crecimiento económico y de la distribución de la riqueza.
Otra cosa que no debemos olvidar, primer ministro, es mantener el multilateralismo. Las relaciones entre países son muy importantes. Las relaciones políticas son muy importantes. Las relaciones entre universidades son muy importantes. El intercambio de experiencias científicas y tecnológicas es muy importante. Las relaciones entre sindicatos son muy importantes. Las relaciones entre partidos políticos son muy importantes. Y, sobre todo, la relación entre los pueblos es muy importante. Porque no queremos más muros. No queremos otra Guerra Fría. Ya no queremos ser prisioneros de la ignorancia. Queremos ser libres y prisioneros de la libertad.
Así pues, un abrazo al pueblo japonés. Un abrazo a los empresarios.
Y un gran abrazo al primer ministro Ishiba.
Muchas gracias