Cooperación Trilateral

La cooperación técnica trilateral se promueve mediante el establecimiento de alianzas con uno o más países desarrollados, países en vías de desarrollo y/o con organizaciones internacionales. 

Las alianzas con países desarrollados y organizaciones internacionales amplían y profundizan las posibilidades técnicas, temáticas, geográficas y financieras de la implementación de proyectos, además de complementar las iniciativas bilaterales de cooperación sur-sur promovidas por Brasil. En su aplicación, la cooperación trilateral mantiene los principios rectores de la cooperación sur-sur.

Asimismo, los mandatos de las diferentes organizaciones internacionales socias proporcionan conocimientos técnicos específicos que complementan la experiencia brasileña y, en el caso de las agencias de cooperación de los países desarrollados, ellas aportan conocimientos basados en su experiencia consolidada en temas que son su prioridad.

La alianza con los países desarrollados también contribuye a fortalecer la base de financiación de las iniciativas de cooperación, mientras que las alianzas con organizaciones internacionales permiten que las iniciativas trilaterales estén más alineadas con las estrategias y prioridades establecidas multilateralmente, a nivel regional y mundial.

Brasil sigue intensificando sus esfuerzos en la promoción de la cooperación sur-sur trilateral, con el objetivo de catalizar las alianzas estructuradas a lo largo de las últimas décadas, a fin de llegar a más países y beneficiar a un mayor número de personas en el mundo en vías de desarrollo. 

El intercambio promovido en el marco de las iniciativas trilaterales también genera reflexiones y aprendizajes sobre las prácticas de cooperación. La elaboración de una acción en la que participan múltiples actores puede beneficiarse de las diferentes experiencias acumuladas, aumentar la escala de las iniciativas de cooperación técnica sur-sur y favorecer acciones de mayor impacto.

Características

• Énfasis en la construcción y en el desarrollo de capacidades;

• Complementariedad de las aportaciones técnicas de los socios;

• Intercambio de conocimientos, experiencias y buenas prácticas entre los socios;

• Responsabilidades compartidas, tanto en términos de gobernanza como de gestión, durante el ciclo del proyecto, independientemente del valor invertido por los socios;

• Costos compartidos, conforme la disponibilidad de recursos de cada socio;

• Compromiso y participación efectiva y directa de las instituciones cooperantes brasileñas.