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El presidente Lula amplía la agenda de intereses con las naciones caribeñas
El presidente Lula durante su discurso de apertura de la Cumbre Brasil-Caribe: “Acercar para unir”. Foto: Ricardo Stuckert / PR
Avanzar en la adaptación al cambio climático y en la compensación por pérdidas y daños es una cuestión existencial para los pequeños Estados insulares en desarrollo”
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de la República
Al inaugurar la Cumbre Brasil-Caribe el viernes, 13 de junio, en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, en Brasilia, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva defendió la ampliación del diálogo y la cooperación entre Brasil y los países caribeños. El encuentro reúne a representantes de 16 países y marca una agenda de acercamiento con la región.
ACERCAR PARA UNIR – Bajo el lema “Acercar para unir”, el presidente recordó la Cumbre Brasil-CARICOM, celebrada en 2010. Desde entonces, señaló Lula, la relación de Brasil con los países caribeños ha oscilado entre avances, estancamientos y retrocesos. “El lema de esta reunión proviene de la frase final de mi discurso en la Cumbre de 2010. Quince años después, sigue siendo un desafío por resolver. Nuestro intercambio comercial se ha reducido un 30 % desde entonces. Teníamos un flujo de más de USD 6 mil millones, que ahora se sitúa en torno a los USD 4 mil millones”, afirmó Lula.
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PRIORIDADES – El presidente destacó cinco áreas de actuación conjunta entre Brasil y el Caribe para transformar este escenario: el cambio climático, la transición energética, la seguridad alimentaria, la conectividad y el apoyo a Haití. Lula también presentó medidas concretas que demuestran el compromiso de Brasil con la región.
Esta semana, Brasília é palco de duas atividades dedicadas ao Caribe. Ontem, encerramos a 55ª Assembleia de Governadores do Banco de Desenvolvimento do Caribe. Hoje, na Cúpula Brasil-Caribe, aprofundamos nosso diálogo.
— Lula (@LulaOficial) June 13, 2025
O lema desta reunião – “aproximar para unir” – vem da frase… pic.twitter.com/JZ0DDjUMDF
COP30 – Lula subrayó la importancia de fortalecer el trabajo conjunto en la agenda climática, especialmente de cara a la COP30, que se celebrará en Brasil, en Belém, Pará, en noviembre de 2025. También resaltó el apoyo técnico de Brasil a través de la Alianza para las NDC, en colaboración con Dinamarca, que brinda asistencia a los países caribeños para formular e implementar sus metas climáticas.
La apuesta brasileña por los biocombustibles permitió que la caña de azúcar pasara de ser un símbolo del pasado colonial a ser un pasaporte para un futuro sostenible. El Caribe, que comparte ese pasado con Brasil, también puede formar parte de ese futuro”
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de la República
“Necesitamos llegar unidos a la COP30 en Belém. Nuestra medida del éxito será el grado de ambición de las nuevas NDC que se presenten. La nueva meta de Brasil, que prevé una reducción de las emisiones entre el 59 % y el 67 %, fue el resultado de un intenso trabajo interno”, destacó Lula. “Avanzar en la adaptación al cambio climático y en la compensación por pérdidas y daños es una cuestión existencial para los pequeños Estados insulares en desarrollo.”, agregó, recordando que había defendido el mismo tema a principios de la semana en la Conferencia de la ONU sobre los Océanos, celebrada en Niza, Francia.
Lula mencionó el papel del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) en el monitoreo de los efectos del aumento del nivel del mar y el intercambio de imágenes de satélites chino-brasileños con todos los países de América Latina y el Caribe. “Existen importantes sinergias entre la Iniciativa de Bridgetown, lanzada por Barbados, y la hoja de ruta Bakú-Belém para alcanzar los USD 1,3 billones en financiamiento [climático]. Corresponde a los países ricos cumplir con sus responsabilidades, para que los países del Sur Global puedan avanzar a un ritmo acorde con sus circunstancias”, argumentó.
TRANSICIÓN ENERGÉTICA – El segundo frente señalado por el líder brasileño es la transición energética, con especial atención a la valoración de diversas fuentes de energía en los países en desarrollo. Lula destacó la producción de energía eólica y solar de los países caribeños y la planificación estratégica para atraer inversiones a largo plazo. “La apuesta brasileña por los biocombustibles permitió que la caña de azúcar pasara de ser un símbolo del pasado colonial a ser un pasaporte para un futuro sostenible. El Caribe, que comparte ese pasado con Brasil, también puede formar parte de ese futuro. La región tiene un enorme potencial para la producción de energía eólica y solar”.
SEGURIDAD ALIMENTARIA – El presidente llamó la atención sobre el hecho de que, según la FAO, más de 12 millones de personas en el Caribe aún viven bajo la amenaza del hambre. Para hacer frente a este desafío, reiteró el compromiso de Brasil con políticas públicas que requieren financiación adecuada y la ampliación de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una iniciativa brasileña lanzada en 2024. “Este es el propósito de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, que hoy cuenta con la participación de Santa Lucía, Cuba y el Banco de Desarrollo del Caribe. En la actualidad, siete países de la región forman parte de la iniciativa. Espero que los demás se unan pronto a esta alianza”, enfatizó.
Brasil puede compartir su experiencia en la constitución de reservas públicas de alimentos, que son una herramienta eficaz para mantener la estabilidad de los precios. Estoy consciente del interés que tiene el Caribe de diversificar sus proveedores de alimentos. No tiene sentido que Brasil, el granero del mundo, no esté presente en la mesa del consumidor caribeño”
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de la República
PROTECCIONES – En el conjunto de políticas que integran la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza se incluyen iniciativas como el Programa Garantía Safra, que protege a los agricultores de catástrofes naturales, y el Programa Cisternas, que contribuye a combatir la escasez de agua, ambas iniciativas destacadas por Lula en su discurso. Lula también reiteró la invitación para que los países se sumen a la Red de Sistemas Públicos de Abastecimiento de América Latina y el Caribe. “A través de la Red, Brasil puede compartir su experiencia en la constitución de reservas públicas de alimentos, que son una herramienta eficaz para mantener la estabilidad de los precios. Estoy consciente del interés que tiene el Caribe de diversificar sus proveedores de alimentos. No tiene sentido que Brasil, el granero del mundo, no esté presente en la mesa del consumidor caribeño”, afirmó.
CONECTIVIDAD – La cuarta área destacada fue la necesidad de mejorar la conectividad aérea, vial y marítima entre Brasil y el Caribe. En este sentido, el programa Rutas de Integración Sudamericana pretende crear y perfeccionar la infraestructura de conexión con el entorno regional. “La escasez de conexiones explica por qué el Caribe importa más de Estados Unidos, China y Alemania que de Brasil. Los productos que abastecen a la región provienen de lugares lejanos, a pesar de que los puertos de Santana, en Amapá, y Pecém, en Ceará, están muy cerca”, señaló el presidente.
USD 5 MILHÕES – Lula resaltó la inversión que realizará el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en proyectos para países sudamericanos, especialmente Guyana y Surinam. El presidente afirmó también que Brasil pretende ampliar los acuerdos vigentes de servicios aéreos. “El Banco de Desarrollo del Caribe también es un socio fundamental en este esfuerzo. Hoy tengo el placer de anunciar que Brasil aportará 5 millones de dólares al Fondo Especial de Desarrollo del CDB. Esta contribución se destinará a los países más vulnerables de la región”, afirmó.
HAITÍ – El mandatario brasileño reafirmó el compromiso histórico con Haití y condenó las sanciones internacionales impuestas al país. “He afirmado en diferentes ocasiones que Haití no puede ser castigado eternamente por haber sido el primer país americano en independizarse. Si ayer ese castigo se materializó en indemnizaciones injustas e injerencia externa, hoy se refleja en una postura de abandono e indiferencia”, declaró Lula. También anunció que la Policía Federal capacitará a 400 miembros de la Policía Nacional Haitiana para contribuir a la seguridad y al proceso electoral del país. “Junto con la República Dominicana, Haití fue uno de los países seleccionados para recibir los primeros proyectos de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza. Con recursos del BID, vamos a desarrollar un programa de transferencias de renta que sin duda mejorará la vida de los haitianos”, agregó.
FORTALECIMIENTO — Al concluir su intervención, Lula reforzó la importancia de la integración regional como forma de garantizar autonomía frente a disputas geopolíticas. “Sin el Caribe, nunca conseguiremos una CELAC fuerte. Nuestro sentido de solidaridad es más necesario que nunca. Debemos seguir condenando con vehemencia el embargo contra Cuba y su inclusión injustificada en listas de países que apoyan el terrorismo. El mundo necesita voces que digan lo que es correcto, justo y sensato. Brasil siempre ha reconocido esa vocación en el Caribe”, finalizó Lula.
PARTICIPANTES – El encuentro también cuenta con la presencia de representantes de organizaciones regionales caribeñas como la Comunidad del Caribe, el Banco de Desarrollo del Caribe y la Asociación de Estados del Caribe, además del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), la Presidencia de la COP30 y el Fondo Verde para el Clima.
CARICOM – La Comunidad del Caribe (CARICOM) está formada por veintiún países: 15 Estados miembros y seis miembros asociados. Es el hogar de 16 millones de ciudadanos, de los cuales el 60 % tiene menos de 30 años y alberga a los principales grupos étnicos: pueblos indígenas, africanos, indios, europeos, chinos y portugueses. La comunidad es multilingüe, teniendo el inglés como idioma principal, complementado por el francés, el neerlandés y sus variantes, así como expresiones africanas y asiáticas.
BALANZA COMERCIAL – En términos comerciales, el grupo de países de CARICOM mueve alrededor de USD 4 mil millones en intercambio con Brasil. La balanza es favorable a Brasil, que exportó USD 2,7 mil millones e importó 1,3 mil millones. Sin embargo, este comercio se concentra en tres países —Guyana, República Dominicana y Trinidad y Tobago— que representan el 75 % del total.

