Pronunciamiento del presidente Luiz Inácio Lula da Silva con motivo de la Navidad

- El pronunciamiento se transmitió en una cadena nacional de radio y televisión - Foto: Ricardo Stuckert / PR
Estimadas amigas y estimados amigos:
Hoy me gustaría dirigirme a todos y cada uno de ustedes. A ti que estás en casa con tu familia. A ti que trabajas en el campo, en el comercio o en la industria. Tú que haces que los alimentos lleguen a nuestras mesas. Tú que trabajas en la atención a la salud, en las escuelas y en los talleres. Tú, el estudiante. Tú que cuidas del hogar. Tú, el empresario.
A todas y todos los que ayudan a construir este gran país. La Navidad es un buen momento para recordar las enseñanzas de Cristo: compasión, fraternidad, respeto y amor al prójimo. Mi deseo es que estas enseñanzas estén presentes no solo en Navidad, sino todos los días de nuestras vidas. Que cada uno de nosotros reconozca en el otro a su semejante. Que el hermano se reconcilie con el hermano. Que las familias celebren en comunión.
Quiero agradecerles las oraciones y los mensajes de afecto que recibí durante la emergencia médica por la que pasé recientemente. Gracias a esta muestra de solidaridad, estoy aún más firme y fuerte para seguir haciendo que todo salga bien en Brasil.
Es el momento de renovar nuestra esperanza. Esperanza en un país más justo. Un Brasil sin hambre, donde cada mujer y cada hombre tengan un trabajo digno y tiempo para acompañar el crecimiento de sus hijos. Que cada madre y cada padre sea feliz al saber que sus hijos están bien cuidados, sanos y protegidos.
Siempre he creído que gobernar consiste en cuidar de la gente. Cuidar de todos los brasileños. Prestando especial atención a quienes más lo necesitan. La base de todo lo que hacemos es el diálogo y el trabajo conjunto entre el Gobierno federal, la sociedad, los gobiernos de los estados y las alcaldías. También son fundamentales el respeto y la armonía entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Es la defensa intransigente de la democracia.
Aún tenemos enormes retos por delante. Sin embargo, Brasil cuenta hoy en día con una economía fuerte y en crecimiento. Cuenta con un Gobierno eficiente que invierte en lo que más importa: la calidad de vida de la población brasileña.
Hemos hecho mucho, pero aún nos queda mucho por hacer. Estamos recogiendo los frutos de nuestro trabajo, pero tenemos que seguir sembrando. Sembrar, abonar, regar y cuidar una y otra vez. En 2025, duplicaremos nuestros esfuerzos para plantar. Y que la cosecha sea cada vez más abundante.
¡Feliz Navidad y que el 2025 sea próspero para la gran familia brasileña!