Lula celebra la salida de Brasil del Mapa del Hambre en una llamada con el director general de la FAO

Este lunes 28 de julio por la mañana, Brasil recibió una gran noticia: por segunda vez, el país ha salido del Mapa del Hambre. Tras el anuncio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el presidente de la República, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó por teléfono al director general de la FAO, Qu Dongyu.

Para acabar con el hambre y la pobreza, es necesario incluir a las personas pobres en el presupuesto del país, así como en los presupuestos de los estados y municipios”

LUIZ INÁCIO LULA DA SILVA
Presidente de la República

Durante la conversación, Lula celebró el logro de Brasil. "Para acabar con el hambre y la pobreza, es necesario incluir a las personas pobres en el presupuesto del país, así como en los presupuestos de los estados y municipios", afirmó el presidente Lula. "El día en el que los gobernantes hagan esto, resolveremos este problema crónico de la humanidad".

El presidente Lula se declaró "el hombre más feliz del mundo", pero también asumió el papel de “soldado de Brasil, un soldado de la FAO, un soldado mundial” en favor de la erradicación del hambre y la pobreza, con o sin mandato presidencial. Para el director general de la FAO, el papel de Lula está claro: "Puede que usted sea un soldado, pero en realidad es un comandante en jefe".

El ejecutivo de la ONU aseguró que la FAO visitará Brasil en 2026 para conocer la experiencia del país en la lucha contra el hambre en el marco del Foro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que reúne a los países de América Latina y el Caribe. "Usted moviliza a sus colegas y a su pueblo para luchar contra el hambre", afirmó.

Además de reafirmar su compromiso con la lucha contra la desigualdad en todas sus formas, Lula mostró su indignación por el elevado gasto global en armamento (2,7 billones de dólares) y la escasa inversión en alimentación y preservación del medio ambiente.

El próximo objetivo del Gobierno federal es claro: redoblar los esfuerzos para que nadie pase hambre. "Es una vergüenza para los gobernantes del mundo, ya que se producen suficientes alimentos en el mundo, pero la gente no tiene dinero para acceder a ellos", afirmó Lula. "Asumí la presidencia en 2023 y, en el discurso de celebración de mi victoria, dije que, si al terminar mi mandato todos los brasileños y brasileñas pudieran desayunar, almorzar y cenar todos los días, ya habría cumplido la misión de mi vida".

BRASIL SIN HAMBRE – La salida de Brasil del Mapa del Hambre es el resultado de las decisiones políticas del Gobierno brasileño, que han dado prioridad a la reducción de la pobreza, el fomento de la creación de empleo e ingresos, el apoyo a la agricultura familiar, el impulso de la alimentación escolar y el acceso a una alimentación saludable.

Esta es la segunda vez que el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva saca a Brasil de esta situación; la primera vez fue en 2014, tras once años de políticas coherentes. Sin embargo, a partir de 2018, el desmantelamiento de los programas sociales hizo que Brasil retrocediera y volviera a aparecer en el Mapa del Hambre.

En dos años de Gobierno del presidente Lula, Brasil ha experimentado reducciones históricas de la inseguridad alimentaria grave y de la pobreza. Las cifras nacionales sobre el hambre, recopiladas mediante la aplicación de la Escala Brasileña de Inseguridad Alimentaria (EBIA) en las encuestas del IBGE, muestran que, hasta finales de 2023, el país había sacado a cerca de 24 millones de personas de la inseguridad alimentaria grave.

ALIANZA GLOBAL CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA – La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, propuesta por el Gobierno de Brasil durante su presidencia del G20 en 2024, tiene como objetivo unir los esfuerzos de países, organizaciones internacionales e instituciones financieras para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), prestando especial atención a la erradicación del hambre y la pobreza para 2030. Actualmente, la Alianza cuenta con 101 países miembros, así como con diversas fundaciones, instituciones y organizaciones.

La iniciativa pretende fortalecer la cooperación internacional y atraer recursos y conocimientos para implementar políticas públicas y tecnologías sociales eficaces en la reducción del hambre y la pobreza en todo el mundo.