Lula: Brasil defiende el diálogo y la negociación, pero no acepta imposiciones

Brasil es un socio histórico de Estados Unidos. Brasil valora la relación económica entre ambos países. Pero Brasil no acepta imposiciones. Brasil acepta negociar”

Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de la República

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva reafirmó su defensa de la soberanía nacional, su fe en el multilateralismo, el diálogo entre naciones y los doscientos años de historia de diplomacia y cordialidad entre Brasil y Estados Unidos — sin renunciar, no obstante, a la independencia del país. Lo hizo durante una entrevista concedida el jueves 17 de julio por la mañana a la periodista de la cadena CNN, Christiane Amanpour.

 “Brasil es un socio histórico de Estados Unidos. Brasil valora la relación económica entre ambos países. Pero Brasil no acepta imposiciones. Brasil acepta negociar”, resumió Lula. Durante la conversación, que duró cerca de 30 minutos, el presidente habló sobre el anuncio de Estados Unidos de imponer aranceles del 50 % a productos brasileños, y también reflexionó sobre el escenario geopolítico global, la necesidad de renovar la gobernanza mundial, las crisis de Gaza y Ucrania, y el papel del BRICS en el Sur Global.

A continuación, se muestran algunos de los principales puntos tratados por el presidente Lula.

ARANCEL DEL 50 % - Para mí fue una sorpresa. No solo el porcentaje del arancel, sino también la forma en que se anunció. Creo que al presidente Trump le falta una visión multilateral. Y sabe que un problema de esta magnitud se resuelve en una mesa de negociación. Nosotros estábamos negociando con Estados Unidos desde marzo. El ministro de Relaciones Exteriores y el vicepresidente de Brasil estaban al frente del diálogo. El 16 de mayo, tras diez reuniones, les hicimos una propuesta clara sobre lo que esperábamos y lo que estábamos dispuestos a acordar. Para nuestra sorpresa, en lugar de una respuesta, recibimos el anuncio del presidente estadounidense en su red social. 

EQUÍVOCO – Pensé que se trataba de un equívoco, ya que la carta contenía diversas inexactitudes. En primer lugar, en Brasil el Poder Judicial es independiente. El presidente de la República no interviene en la justicia. En segundo lugar, no existe déficit comercial.  En los últimos 15 años, Estados Unidos ha acumulado un superávit de USD 410 mil millones con Brasil. Y en tercer lugar, si vamos a imponer impuestos a las big techs (grandes empresas tecnológicas), esa es una competencia del Gobierno brasileño. Si establecemos un tipo impositivo elevado y no les parece, se abre una negociación. Así funciona el multilateralismo y el comercio mundial. Así actúa Brasil. 

ESPÍRITO DE NEGOCIACIÓN - Vamos a emplear todas las palabras del diccionario para intentar negociar. Y si la negociación no prospera, pueden estar seguros de que recurriremos a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Podemos hacerlo de forma individual o junto a un grupo de países, e incluso invocar la Ley de Reciprocidad aprobada por el Congreso brasileño.

SOBERANÍA - Es fundamental respetar la soberanía de los países. Es necesario respetar las cuestiones que ocurren dentro de un país. Yo no soy un presidente progresista, soy el presidente de Brasil. Tampoco considero a Trump como un presidente de derechas, sino como el presidente de Estados Unidos, elegido con el respaldo del pueblo estadounidense. Lo ideal es sentarse a dialogar. Pero, hasta ahora, él ha demostrado que no está interesado, ya que actúa como si pudiera imponer los aranceles que quiere. Nadie quiere romper relaciones con Estados Unidos ni prescindir de ellos. Lo que no queremos es ser rehenes de Estados Unidos.

APERTURA DE MERCADOS - En apenas dos años y medio de Gobierno, hemos abierto 379 nuevos mercados en el mundo para productos brasileños. He viajado mucho. Estamos trabajando para firmar acuerdos con la Unión Europea, con los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), con América Latina y con México. Buscamos nuevos socios, sin dejar de reconocer la importancia que tiene Estados Unidos para nosotros.

BRICS – Lo que queremos es tener mayor libertad en las transacciones comerciales entre los países del BRICS. Representamos el 40 % del comercio internacional y el 25 % del PIB mundial. El BRICS no fue creado para confrontar con el Norte Global. Fue concebido para que los países miembros podamos debatir de manera pacífica y en condiciones de equidad sobre nuestros propios problemas.

DEFORESTACIÓN Y COP30 - Brasil es el país que más seriamente aborda la cuestión climática. Ya hemos logrado reducir la deforestación de la Amazonia en un 50 %, y mi compromiso es alcanzar la deforestación cero para el año 2030. De hecho, espero que el presidente Trump asista a la COP30, que se celebrará en el corazón de la Amazonia. En primer, lugar, para que conozca la Amazonia. En segundo lugar, para que podamos comprobar si los líderes dicen la verdad cuando afirman estar preocupados por el clima. Porque los países ricos prometieron en Copenhague, en 2009, destinar USD 100 mil millones al año para apoyar a los países en desarrollo, y hasta ahora no han aportado nada. Esa deuda ya asciende a USD 1,3 billones.

PAZ - Brasil es un país que busca la paz y la tranquilidad. Así es como trabajamos por la paz en Ucrania. Así es como buscamos la paz en Gaza. Y así también deseamos la paz en el continente africano, especialmente en la región del Congo. Brasil no quiere alimentar ni participar en guerras. Brasil quiere la paz y quiere negociar. Es fundamental que el Gobierno estadounidense lo comprenda. 

UCRANIA Y GAZA - Es necesario que la ONU asuma el papel de coordinadora. También es necesario que Putin y Zelensky acepten esa mediación con un grupo de países que presente una propuesta alternativa a sus posiciones actuales. De lo contrario, la guerra no tendrá fin. Espero sinceramente que el presidente Trump actúe con mayor responsabilidad para promover la paz en lugar de vender más armas. Tiene el poder para hacerlo. Si no hay interlocutores, esta guerra continuará. Lo mismo ocurre en Gaza. ¿Qué está ocurriendo allí? Netanyahu no respeta a nadie. No acata las decisiones de la ONU, ni las de Estados Unidos, ni las de ningún otro país. ¿Es ese el mundo que queremos? 

GOBERNANZA - La gobernanza mundial debería estar en manos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero todos ellos son productores de armas y todos han participado en guerras. Estados Unidos invadió Irak sin consultar a la ONU, Inglaterra y Francia hicieron lo mismo en Libia, y Putin invadió Ucrania sin el aval de la ONU. Falta gobernanza. Por eso es indispensable incorporar la representación de América Latina, África y Oriente Medio. India, Alemania y Japón también deben estar presentes. En resumen, necesitamos cambiar para poder albergar, al menos, la esperanza de un mundo con más paz que guerra.