En el G7, Lula reafirma el protagonismo de Brasil en la transición energética

En su discurso durante la sesión ampliada de la Cumbre del G7, celebrada el martes 17 de junio en Canadá, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva abogó por un modelo de transición energética sostenible e inclusivo, fundamentado en la cooperación internacional y en beneficios mutuos. El líder brasileño advirtió que la rivalidad entre países ha obstaculizado los avances en ámbitos esenciales como la lucha contra el hambre y la preservación del medio ambiente.

La ampliación de los parques eólicos y solares, así como la descarbonización de los sectores del transporte y de la agricultura, depende de los minerales estratégicos. Es imposible debatir sobre la transición energética sin mencionarlos y sin incluir a Brasil"

Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de la República

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El presidente afirmó que Brasil se sitúa a la vanguardia de la transición energética global y que entiende que la carrera por los minerales estratégicos no debe repetir los ciclos de explotación predatoria del pasado.

"Contamos con la mayor reserva mundial de niobio, la segunda de níquel, grafito y tierras raras, y la tercera de manganeso y bauxita. Sin embargo, no repetiremos los errores del pasado. Durante siglos, la explotación minera generó riqueza para unos pocos, dejando un rastro de destrucción y miseria para muchos", señaló Lula, subrayando que los países en desarrollo deben participar en todas las etapas de las cadenas globales de producción de minerales estratégicos, incluido su procesamiento.

Durante su discurso, el presidente señaló que el mundo aún se resiste a aceptar que la diversificación es clave para la seguridad energética y destacó que Brasil fue pionero en la inversión en energías renovables a gran escala. "Hoy somos el segundo país del mundo con mayor producción de biocombustibles y fuimos pioneros en el desarrollo de motores flexibles. Nuestra gasolina contiene un 30 % de etanol y nuestro diésel, un 15 % de biodiésel. Los vehículos híbridos ya son una realidad en nuestra industria automovilística. Estamos también a la vanguardia de la producción de hidrógeno verde y combustible sostenible para la aviación".

CONFLICTOS — Lula volvió a criticar la escalada de enfrentamientos armados y reiteró la postura de Brasil contraria al uso de la fuerza para resolver disputas internacionales. "Todos los presentes en esta sala saben que ninguna de las partes logrará sus objetivos mediante la vía militar en el conflicto de Ucrania. Solo el diálogo entre las partes puede conducir a un alto el fuego y allanar el camino hacia una paz duradera", dijo.

VIOLENCIA - Al abordar la situación en Oriente Medio, Lula condenó la matanza de civiles y el bloqueo que ha provocado hambre generalizada entre la población palestina, y criticó la escalada de violencia entre Israel e Irán. "En Gaza, nada justifica la matanza indiscriminada de miles de mujeres y niños ni el uso del hambre como arma de guerra", afirmó. "Los recientes ataques de Israel contra Irán amenazan con convertir Oriente Medio en un único campo de batalla con consecuencias globales incalculables".

ONU — Lula defendió también que la Organización de las Naciones Unidas retome su protagonismo en las negociaciones de paz. "En Haití, la comunidad internacional permanece indiferente ante el caos cotidiano y las atrocidades perpetradas por el crimen organizado. La ausencia de liderazgo está agravando esta situación. En torno a esta mesa están sentados tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad, así como otras naciones con tradición en la defensa de la paz; por ello, es el momento de devolverle el protagonismo a la ONU", concluyó.

G7 — El G7 reúne a algunas de las mayores economías del mundo: Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y la Unión Europea. El tema principal del segmento de compromiso externo de este año es la seguridad energética, con especial atención a la tecnología y la innovación, la diversificación y la viabilidad de las cadenas de producción de minerales críticos, la infraestructura y las inversiones. Esta es la novena participación del presidente Lula en las cumbres del grupo. Brasil mantiene un diálogo permanente con los miembros del G7 sobre los temas de la agenda internacional, ya sea de forma bilateral, en el marco del G20 o de organismos internacionales en los que interactúan Brasil y los miembros del G7.