Discurso del presidente Lula con motivo de la XIV Cumbre Brasil-Portugal
Es una gran alegría corresponder a la hospitalidad con la que mi comitiva y yo fuimos recibidos en Lisboa en 2023, coincidiendo con las celebraciones del 25 de abril, una fecha tan especial para Portugal y para el mundo lusófono.
Este año, la decimocuarta cumbre inaugura una intensa temporada para la política exterior brasileña.
En 2025, Brasil ocupará las presidencias del BRICS, de la COP30 y del Mercosur.
Portugal fue el primer país europeo que visité en mi tercer mandato.
Recibir al primer ministro, Luis Montenegro, es la mejor manera de celebrar los 200 años de asociación y la "amistad más perfecta", que se cumplirán en 2025.
Hoy hemos firmado veinte acuerdos para facilitar nuestra cooperación y beneficiar a nuestras sociedades.
Hemos tratado sobre el comercio bilateral, que ascendió a 4,7 mil millones de dólares el año pasado.
El intercambio con Portugal está adquiriendo un perfil diversificado, con la integración de cadenas productivas relevantes que favorecen la exportación de productos brasileños de mayor valor agregado.
Se espera que esta relación se profundice aún más cuando entre en vigor el Acuerdo Mercosur-Unión Europea.
En un momento en el que el proteccionismo comercial está cobrando fuerza en todo el mundo, estamos demostrando el potencial de la integración.
No cabe duda de que el Acuerdo beneficiará a ambos bloques.
Esto supondrá un acceso a bienes y servicios más baratos, un aumento de la inversión y una cooperación renovada para proteger el medio ambiente, sin perjudicar la política de neoindustrialización de Brasil.
El sector de Defensa está demostrando el potencial de estas sinergias con la adquisición de las aeronaves C390 Millennium y Super Tucano por parte de la Fuerza Aérea Portuguesa.
Aprovechar las oportunidades que se abrirán en esta nueva etapa será la principal tarea de la oficina que la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (APEX Brasil) está instalando en Lisboa.
La presencia de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) en Portugal permitirá avanzar en la investigación conjunta para la producción de medicamentos y radiofármacos en el ámbito de las enfermedades infecciosas, la biomedicina y otras áreas.
Debatimos aspectos relacionados con la lucha contra la crisis climática. Nuestros países pueden aportar mucho a la transición energética.
Lanzamos un Diálogo Digital para profundizar en el debate sobre inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes.
Avanzar en la lucha contra el extremismo y sus nuevas manifestaciones, que han proliferado especialmente en el mundo digital, es una prioridad compartida.
Portugal y Brasil tienen puntos de vista similares sobre la regulación de las grandes empresas tecnológicas y la lucha contra la desinformación.
La cooperación se extiende también a una preocupación muy concreta de nuestros ciudadanos: la lucha contra la delincuencia transnacional, que es el objeto de los acuerdos firmados hoy por el Ministerio de Justicia, la Policía Federal y la Policía de Carreteras Federal.
Mantuvimos una conversación muy franca sobre cómo mejorar la vida de nuestras comunidades de expatriados.
A lo largo de estos 200 años, muchos portugueses han venido a establecerse y echar raíces en nuestro país, del mismo modo que muchos brasileños se han trasladado a Portugal y han formado lazos allí.
Le manifesté al primer ministro Montenegro la necesidad de deconstruir la narrativa falsa que asocia la migración brasileña al aumento de la delincuencia en Portugal.
Somos conscientes de que no hay lugar para el racismo ni la xenofobia entre nosotros.
Portugal ha sido durante mucho tiempo un socio de Brasil en los esfuerzos por revitalizar el multilateralismo y fortalecer el orden multipolar.
Por esta razón, no dudé en invitar al primer ministro, Luis Montenegro, a la Cumbre del G20 en Río de Janeiro.
Quisiera agradecerle una vez más la adhesión de Portugal a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, así como su papel como vicepresidente del Consejo de Campeones de la Alianza.
Mientras algunos eligen la competencia y la guerra, nuestros países muestran la vía del diálogo y la paz.
En Gaza o en Ucrania, debe cesar la violencia y hay que dejar espacio para alcanzar una paz duradera.
Reiteré al primer ministro el compromiso de Brasil con la CPLP.
Mi deseo es que nuestra Comunidad siga inspirando prácticas de buena gobernanza y de respeto a los derechos humanos, y que nuestros países hermanos perseveren en el camino hacia la paz, la democracia y el desarrollo.
Estoy seguro de que seguiremos trabajando juntos para construir un mundo más justo, libre y próspero.
Una vez más, quiero agradecer al primer ministro Montenegro su visita y reiterar mi compromiso con el continuo desarrollo de los lazos de Brasil con Portugal en todos los ámbitos.
El futuro del planeta exige que todos, sin excepción, cumplan los compromisos asumidos en el Acuerdo de París y alineen ambición y financiamiento.
Espero, primer ministro, darle pronto la bienvenida a la COP30, en la hermosa ciudad de Belém, en el estado de Pará.
Muchas gracias.