Mauro Vieira, canciller de Brasil: “No creo que las operaciones tengan impacto en el ritmo de trabajo de Lula” (La Tercera, Chile)

Fernando Fuentes
14 de diciembre de 2024

Fueron un poco más de 24 horas las que el canciller de Brasil, Mauro Vieira, estuvo en Santiago para participar en el 40° aniversario de la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados de 1984. La cita concluyó con la adopción de la Declaración y Plan de Acción de Chile, que orientará a los gobiernos durante la próxima década a través de respuestas comunes a los desafíos de las poblaciones refugiadas, desplazadas y apátridas.

Vieira aprovechó su visita para sostener también una reunión con el canciller Alberto van Klaveren, al margen de la reunión ministerial del proceso Cartagena+40, donde trataron de la visita del Presidente Gabriel Boric a Brasil en 2025, además de temas regionales y extrarregionales, según el Palacio de Itamaraty. En entrevista con La Tercera, el jefe de la diplomacia brasileña conversó de los temas que han marcado la agenda en los últimos días, como la caída de Bashar al-Assad en Siria y las intervenciones quirúrgicas a las que se sometió el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva por un hematoma intracraneal.

Usted acaba de visitar Santiago para participar en el 40º aniversario de la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados de 1984. ¿Cuánta relevancia cobra está estrategia regional en momentos de crisis migratorias como la de Venezuela?

Yo creo que es muy importante mantener el espíritu de Cartagena. Y agradecemos mucho a México (país que fue anfitrión, el pasado mes de abril, de la primera consulta regional enfocada en protección de personas en movilidad humana y apátridas) por el gran trabajo que hizo en reunir tantos gobiernos, toda la región, más organizaciones internacionales y también expertos de la sociedad civil. Fue un debate muy interesante, muy intenso, que muestra que la región es un ejemplo, que tenemos una política de refugio que es muy importante y que es parte de nuestra tradición. A nosotros nos tocó el 30º aniversario, hace 10 años, y estamos muy contentos con los resultados alcanzados por el gobierno chileno. Fue excelente la reunión.

A propósito de Venezuela, el gobierno de Brasil intentó mediar en la crisis poselectoral en ese país. ¿Cuál es la evaluación el gobierno de Lula hace de esa mediación? ¿Qué postura tiene Brasil frente al anuncio del candidato opositor Edmundo González de viajar a Venezuela para asumir la presidencia en enero?

Este es un tema doméstico, interno, si él va a viajar o no. No hay interferencia en eso. Nosotros mantenemos relaciones con Venezuela, somos uno de los pocos países de la región que mantenemos la embajada abierta y funcionando. Ellos también, Venezuela tiene una embajada aquí. Los dos países tienen relaciones muy importantes, de mucha 2/5 densidad, hay muchos venezolanos en Brasil, hay muchos brasileños en Venezuela, tenemos relaciones importantes e incluso presencia de empresas brasileñas en Venezuela. Nosotros participamos por invitación del gobierno venezolano, en las conversaciones, las negociaciones de Barbados con la oposición y estamos siempre listos a seguir ayudando y buscando apoyarlos en lo que necesiten, gobierno, sociedad y todo lo demás. Justamente por la importancia de la relación que tenemos, por la enorme frontera de 2.200 kilómetros, en una región tan importante, que es tan importante proteger, como es la Amazonía, por todo el tema ambiental, todo el tema de los pueblos indígenas que están ahí, y que están en Brasil y Venezuela, son los mismos pueblos que viven en los dos países. Así que es una región que demanda toda la atención del gobierno brasileño.

¿Y ven con preocupación lo que pueda pasar este 10 de enero en Venezuela o no?

Esperamos que todo lo que suceda en Venezuela el día 10 y todos los siguientes sea de estabilidad, de tranquilidad y de trabajo conjunto de todo el gobierno con la población, con la sociedad y con todos. Esperamos que sea todo muy tranquilo.

Después de 25 años de negociaciones y varios intentos frustrados, finalmente se selló el acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea. En las últimas horas, el presidente francés Emmanuel Macron reiteró su oposición al tratado, subrayando que los agricultores europeos no deben ser “sacrificados”. ¿Cree que esto pone en riesgo el futuro de este acuerdo?

El acuerdo es negociado por la Comisión Europea, que tiene el mandato, los 27 países miembros de la Unión Europea dan un mandato, una autorización para que la Comisión Europea negocie cualquier acuerdo y durante los 23 años de negociaciones utilizamos este mecanismo de negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea. La actual presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, dijo en dos al presidente Lula que el cuerdo era estratégico para Europa y el presidente Lula también señaló que era estratégico para el Mercosur. Yo creo que, si hay posiciones distintas, estas posiciones tienen que ser debatidas y discutidas en el seno de la Unión Europea, pero el ente negociador, que es la Comisión Europea, siguió negociaciones por 25 años, y debo decir que la negociación que cerramos ahora es un acuerdo moderno, con muchos mecanismos de equilibrio para los dos lados y un acuerdo que abre la posibilidad de consolidar el área de libre comercio más grande del mundo, con 720 millones de habitantes y casi el 24% del PIB mundial, así que es una gigantesca área que genera intereses y beneficios para los habitantes de los gobiernos de los dos grupos. Yo creo que es un acuerdo muy moderno, se modernizó mucho el texto anterior que se terminó de negociar en 2019, que no era equilibrado, no era bueno, tanto que no se procedió a la firma y ahora logramos un resultado muy positivo. Estoy seguro que luego de la firma del acuerdo, de la aprobación del Parlamento Europeo, todos se darán cuenta que es muy positivo y traerá muchos beneficios para todos los lados.

Respecto al Mercosur, el presidente argentino Javier Milei, que asumió la presidencia pro témpore del bloque, propuso “flexibilizarlo” para que cada país busque acuerdos comerciales “convenientes”. ¿Brasil está de acuerdo con esta flexibilización?

Yo creo que el acuerdo Mercosur-UE es el mejor y más claro ejemplo de que la negociación en bloque es muy valiosa, muy importante y que en conjunto somos más fuertes y logramos resultados mucho más positivos.

Ahora lo llevo a Medio Oriente y la crisis política en Siria. El gobierno de Brasil reafirmó poco antes de la caída de Bashar al-Assad su apoyo a una “solución política y negociada” al conflicto. ¿Cómo ve la llegada al poder de los rebeldes tras la caída del Al-Assad, considerando que su líder es considerado terrorista por EE.UU. y la ONU?

Lamentamos mucho toda la crisis política que, además, se arrastra por muchos años en Siria, que es un país que es muy próximo a Brasil. En Brasil hay cuatro millones de brasileños con descendencia siria y tenemos, siempre tuvimos, relaciones de amistad e incluso familiares muy próximas y esperamos que se llegue a una solución política entre los grupos que llegaron al poder para el bien del pueblo. Nosotros estamos preocupados porque haya un equilibrio., que tan pronto sea posible se tenga estabilidad en el gobierno. Todo es una cuestión interna de los pueblos.

Estamos a pocos días de la asunción de Donald Trump en Estados Unidos. ¿Cómo se plantea Brasil la relación con Washington a partir del 20 de enero?

La misma que siempre tuvimos, que es una relación de mucha importancia. muy grande, de mucho respeto mutuo. Este año Brasil cumplió 200 años del establecimiento de relaciones con Estados Unidos. Tenemos un comercio muy grande, muy intenso. Estados Unidos es un gran inversor en Brasil. Nosotros tenemos también grandes inversiones en Estados Unidos. Es una relación muy importante, muy próxima. Y como dice el presidente Lula, las relaciones son siempre entre Estados, teniendo en cuenta el interés de los países. Así que estoy seguro que así será.

Por último, le quería preguntar por el presidente Lula, que esta semana se sometió a dos intervenciones quirúrgicas por una hemorragia craneal. Considerando su historial médico, que incluye un cáncer de laringe del que se recuperó en 2012, ¿cree que su salud frenará su ritmo intenso de trabajo?

No creo. El presidente tuvo un problema de cáncer, pero se recuperó perfectamente. Es un hombre que tiene una actividad intelectual, física y política enorme, con gran intensidad y estamos seguros que seguirá con ella. Él se sometió a este procedimiento quirúrgico para drenar la acumulación de sangre que hubo en el cerebro. Según los médicos, es algo que es normal y muy sencillo. Incluso el vicepresidente de la República, que también es médico, me comentó que es algo que se hace hoy con mucha tranquilidad y facilidad. Y así que él está muy bien, habla, está en el hospital, dejará el hospital el lunes. Yo no creo que haya impacto en la calidad y la intensidad de sus funciones, el ejercicio de sus funciones en la presidencia de la República.