ABRIL INDÍGENA

Las lenguas indígenas, esenciales para la preservación de los saberes ancestrales, podrían desaparecer en 20 años

En la actualidad se hablan en Brasil unas 274 lenguas indígenas, mientras que antes de la colonización europea del país se hablaban 1.200 lenguas. Los conocimientos transmitidos oralmente a las nuevas generaciones son fundamentales en la lucha contra el cambio climático, una prioridad de la presidencia brasileña del G20.

17/04/2024 7:00 - Modificado hace 2 años

Mantener vivas las lenguas que hablan los pueblos indígenas es esencial para preservar los saberes ancestrales presentes en las comunidades indígenas que habitan en diversas regiones del mundo. Estas lenguas encierran conocimientos especializados sobre los distintos biomas, los cuales se transmiten oralmente de generación en generación y desempeñan un papel fundamental en la preservación del medio ambiente y en la lucha contra el cambio climático.

"En las lenguas indígenas se encuentran inventarios de las especies, sistemas de clasificación, narrativas etiológicas y, sobre todo, formas de gestionar la diversidad, una tecnología fundamental para la preservación y la biorrestauración del medio ambiente. La pérdida lingüística implica la pérdida de conocimientos decisivos para hacer frente a la crisis climática y medioambiental contemporánea", afirma la investigadora del Departamento de Lingüística, Portugués y Lenguas Clásicas del Instituto de Letras de la Universidad de Brasilia (UnB), Altaci Corrêa Rubim/Tataiya Kokama, en un artículo exclusivo para la página web del G20 Brasil, disponible también en la lengua de la etnia kokama. 

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) proclamó el Decenio de las Lenguas Indígenas comprendido entre 2022 y 2032. El objetivo de la organización es llamar la atención acerca del proceso de pérdida de las lenguas indígenas y la necesidad de pensar en acciones para protegerlas, revitalizarlas y promoverlas.

Hoy se hablan en Brasil aproximadamente 274 lenguas indígenas, sin contar las lenguas desconocidas de indígenas aislados, según el censo del IBGE de 2010. Según un estudio del lingüista brasileño Aryon Dall'Igna Rodrigues, profesor de la Universidad de Brasilia, en el pasado, cuando los europeos llegaron a Brasil, había aproximadamente 1.200 lenguas indígenas. Aryon basó su estudio en crónicas e información sobre los pueblos indígenas que se remontan a los primeros siglos de la colonización portuguesa.

En la actualidad, existen pueblos con apenas 5 u 8 hablantes de la lengua originaria, por lo que la enseñanza a niños y jóvenes es fundamental. Crédito: Christiano Antonucci.
El profesor Minuro lleva 12 años trabajando con niños y adolescentes. Crédito: Minuro Augustinho Cruz.
El profesor Minuro lleva 12 años trabajando con niños y adolescentes. Crédito: Minuro Augustinho Cruz.

El oficio de enseñar una lengua indígena

En la tierra indígena Tabalascada, en el municipio de Cantá, en Roraima (RR), Minuro Augustinho Cruz vive y trabaja desde hace 12 años como profesor de lengua wapichana en la Escuela Estatal Indígena Antônio Domingos Malaquias. 

La localidad de Tabalascada tiene 14 mil hectáreas y 1.058 habitantes repartidos entre las etnias Macuxi y Wapichana, y la escuela en la que Minuro imparte clases cuenta con 58 alumnos. Conocido como Masuiki en lengua wapichana, comenta que no había muchos lugareños disponibles para la tarea de enseñar a niños y adolescentes, por lo que decidió presentarse al puesto de profesor de lengua indígena. Por las mañanas, Minuro trabaja la expresión oral y la pronunciación con niños de 1º a 5º de primaria, y por las tardes la gramática, los valores de su pueblo y la historia con preadolescentes de 6º a 9º de primaria.

“Nosotros, los profesores, estamos fortaleciendo y valorando nuestra cultura, siento que estoy contribuyendo con mi comunidad. Convivimos con los profesores más veteranos que continúan en la lucha, trabajamos juntos y aprendemos de ellos cada día”, afirma Minuro. 

El profesor se siente feliz y orgulloso de ayudar a la comunidad, además, como intérprete y traductor. Cuando hay una gran reunión o asamblea, se llama a los profesores para que traduzcan los discursos al portugués, ya que hay residentes que solo hablan su lengua nativa. Otro momento que se considera un gran honor, según Minuro, es la presentación de los eventos culturales, como la Danza do Parixara, un ritual con música y baile que practican tanto los indígenas Wapichana como los Macuxi. Los profesores son convocados para presentar la danza tanto dentro de las escuelas como fuera, en espacios abiertos.

“Nosotros, los profesores, estamos fortaleciendo y valorando nuestra cultura, siento que estoy contribuyendo con mi comunidad. Convivimos con los profesores más veteranos que continúan en la lucha, trabajamos juntos y aprendemos de ellos cada día”, afirma Minuro. 

La proximidad con la capital, Boa Vista, y la influencia de la cultura no indígena, sobre todo para los adolescentes, son también cuestiones que plantean desafíos. Algunos jóvenes prefieren ocultar su identidad indígena y ya no quieren hablar la lengua. Pero los profesores se muestran optimistas. “No tengo miedo de perder mi lengua, porque la garantía que tenemos es que nuestros hijos y nietos seguirán hablando la lengua wapichana. Me preocupa que un día se acabe, pero todavía hay una gran parte de la comunidad que domina la lengua. Más o menos el 70% de la comunidad la habla con fluidez.”

Minuro confía en que su trabajo y el de los demás profesores contribuyan a mantener viva la lengua. Así como los rituales religiosos, los juegos indígenas y la Danza do Parixara seguirán fortaleciendo la lengua y la cultura autóctona de su pueblo, con la ayuda de la defensa de los líderes y el intercambio entre las aldeas.

La lingüista, profesora e investigadora Ana Suelly Arruda Câmara calcula que dentro de 50 años podrían dejar de hablarse en Brasil unas 20 lenguas indígenas. Es coordinadora del Laboratorio de Lenguas y Literaturas Indígenas del Instituto de Letras de la Universidad de Brasilia, y cuenta con más de 30 años de estudios y experiencia in situ en tierras indígenas de varios estados brasileños.

La investigadora considera que la iniciativa de la UNESCO de declarar el decenio de las lenguas indígenas (2022 - 2032) es muy importante, pero solo si se llevan a cabo acciones concretas, porque en la preservación de una lengua intervienen muchos factores, como las cuestiones sociales, la voluntad de las poblaciones originarias y el interés de los poderes públicos por actuar en favor de la conservación del patrimonio cultural que representan las lenguas indígenas.

La investigadora comenta que existen pueblos con apenas 5 u 8 hablantes de la lengua original, generalmente personas mayores. También hay mucho éxodo, migración a los centros urbanos para estudiar y trabajar y la lengua pierde hablantes, porque los hijos ya no practicarán la lengua original, la sustituirán por el portugués o serán bilingües.

La investigadora comenta que existen pueblos con apenas 5 u 8 hablantes de la lengua original, generalmente personas mayores. También hay mucho éxodo, migración a los centros urbanos para estudiar y trabajar y la lengua pierde hablantes, porque los hijos ya no practicarán la lengua original, la sustituirán por el portugués o serán bilingües.

En opinión de la investigadora, los programas de preservación de las lenguas indígenas son puntuales y, a menudo, no son experimentados por las comunidades. Se trata de proyectos de investigación, documentación y oferta de gramática pedagógica, pero muchos de estos trabajos se limitan a una mera exposición y no se utilizan realmente en las comunidades.

“Los lingüistas y los antropólogos no pueden salvar una lengua. Para mí, el fortalecimiento de una lengua tiene que implicar a toda la comunidad. Los niños pequeños que aprenden con sus abuelos, o un adulto con otro adulto, como maestro y aprendiz. Porque para que una lengua reviva, tiene que hablarse. Es algo a largo plazo", explica la investigadora.

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