La cumbre del G20 tiene su programación definida; el enfoque se centrará en la inclusión social, la reforma global y la sostenibilidad

La Cumbre de Líderes del G20 de 2024, un evento clave para el futuro de la gobernanza global, se llevará a cabo los días 18 y 19 de noviembre en el Museo de Arte Moderno (MAM) de Río de Janeiro. El sherpa de Brasil en el G20, embajador Mauricio Lyrio, dirigió una reunión informativa en Brasilia, donde detalló la agenda de la Cumbre, destacando los temas principales que estarán sobre la mesa de discusiones: inclusión social, reforma de las instituciones internacionales y transiciones energéticas.

La ceremonia de apertura de la Cumbre, el día 18, estará marcada por el lanzamiento de la Alianza Global Contra el Hambre y la Pobreza, una iniciativa brasileña que moviliza a países y organizaciones internacionales para acelerar los esfuerzos en la lucha contra el hambre y la pobreza hasta 2030. La Alianza será uno de los hitos del evento y, según Lyrio, ya cuenta con una cantidad significativa de adhesiones, que tienden a aumentar.

“Hay una movilización de los países para lograr resultados más efectivos en la lucha contra el hambre en comparación con lo que se ha establecido como metas de los objetivos de desarrollo sostenible", explicó el embajador. 

Por la tarde, el centro de la discusión —cuyo acceso será exclusivo para los jefes de Estado— es la reforma de la gobernanza global, un tema fundamental para la presidencia brasileña del G20. La propuesta consiste en debatir cómo modernizar las principales instituciones internacionales, como las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, a fin de que reflejen las realidades contemporáneas y que promuevan una gobernanza más justa y eficiente. “Reforma de las instituciones financieras internacionales, básicamente el conjunto de las instituciones nacidas con Bretton Woods,” explicó Lyrio.

El debate sobre las transiciones energéticas está programado para la mañana del día 19 de noviembre. El mundo le hace frente a una crisis climática sin precedentes, y los países del G20, responsables de la mayor parte de las emisiones de carbono, discutirán estrategias para promover una economía global más verde y sostenible. Brasil, que se ha posicionado como líder en cuestiones ambientales en la agenda global, defiende un enfoque que considere las realidades locales y el acceso a fuentes de energía limpia.

En la declaración de los líderes, se prevé un mensaje sobre la promoción de la paz en los conflictos globales, especialmente la guerra en Ucrania y la cuestión de Palestina. "Es el mensaje de que tenemos que alcanzar la paz no solo en este conflicto, sino en todos los conflictos, lo que, de hecho, refuerza la prioridad brasileña de reformar la gobernanza global. Hay que tener paz para que podamos centrar la atención política y los recursos financieros en lo que deberían ser los objetivos más importantes de la comunidad internacional, que son la lucha contra la pobreza y la promoción del desarrollo sostenible, incluyendo la lucha contra el cambio climático", dijo el embajador.

 "La declaración de los líderes es fundamental porque consolida los resultados de la presidencia del país y, al mismo tiempo, amplía su alcance, porque los líderes pueden ir más allá. Pero, a diferencia de las presidencias anteriores, la presidencia brasileira ya ha dado muchos resultados y decisiones a lo largo del año que le corresponde", señaló.

El presidente Lula participará en la clausura de la Cumbre del G20 Social, el día 16 de noviembre, que contará también con la participación del presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa. "El presidente sudafricano, para nuestra satisfacción, está contento con la realización de los eventos sociales, y ya ha dicho que en su presidencia también introducirá esta experiencia", declaró Lyrio.

Coordinado por la Secretaría General de la Presidencia de la República (SGPR), el G20 Social es un proceso inédito creado por la presidencia brasileña del G20. Su objetivo consiste en ampliar la participación social en los procesos de debate sobre las decisiones de la Cumbre de Líderes del G20, en torno a tres ejes fundamentales que eligió el gobierno brasileño: lucha contra el hambre, la pobreza y las desigualdades; sostenibilidad, cambio climático y transición justa; y reforma de la gobernanza global.