La agenda global anticorrupción y de integridad pública en debate en el G20
En entrevista exclusiva para la página web del G20 Brasil, el ministro Vinícius Marques de Carvalho, de la Contraloría General de la Unión (CGU), señala la cooperación entre países para adoptar amplias medidas de integridad. El compromiso consiste en establecer elevados estándares éticos y prácticas transparentes, que pretenden detectar y luchar contra los actos de corrupción. La reunión del GT sobre el tema empieza el 25 de junio, en París, Francia

En el escenario global actual, la lucha contra la corrupción es una prioridad indiscutible. Como país que preside el G20 y recibe la próxima Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, Brasil se destaca en este debate proponiendo medidas eficaces contra este problema sistémico que compromete la integridad de las organizaciones y el desarrollo socioeconómico.
Entre los días 25 y 27 de junio, el Grupo de Trabajo Anticorrupción del G20 (GTAC), coordinado por la Contraloría General de la Unión (CGU) en colaboración con la Abogacía General de la Unión (AGU) y el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, estará reunido en París, Francia, para debatir el tema. La elección de Paris, capital y sede administrativa de Francia se justifica por el papel del país como copresidente del GTAC, junto con Brasil. Además, la fuerte relación diplomática y el alineamiento en las políticas anticorrupción entre Brasil y Francia fortalecen la decisión de ser la sede de la reunión del Grupo de Trabajo.
Es importante subrayar que la corrupción afecta profundamente a la sociedad mundial de muchas maneras. Además de repercutir negativamente en la calidad de los servicios públicos y la libertad individual, también genera enormes pérdidas económicas. La corrupción perjudica la política minando la democracia y el Estado de Derecho, debilita la economía al desviar recursos para proyectos sin beneficio público significativo, deteriora el tejido social al minar la confianza en las instituciones y contribuye para la degradación ambiental al permitir la explotación irresponsable de los recursos naturales.
Sin embargo, es importante reconocer que los desafíos no se limitan solo a los gobiernos y órganos públicos, como a menudo se divulga. Las prácticas también afectan al sector privado, comprometiendo la transparencia y la eficiencia de las operaciones empresariales.
En una entrevista exclusiva para la página web del G20 Brasil, el ministro Vinícius Marques de Carvalho, de la CGU, destaca la importancia de la colaboración entre los países del foro para enfrentar la corrupción a nivel mundial, presentando las iniciativas brasileñas en ese contexto.
¿Cómo se alinea el Grupo de Trabajo Anticorrupción con el lema de la presidencia brasileña en el G20 de construir un mundo justo y un planeta sostenible?
Vinícius Marques de Carvalho: El trabajo del grupo está directamente vinculado a esos objetivos, porque a menudo, por ejemplo, las infracciones ambientales están relacionadas a la corrupción. Los delitos contra el medio ambiente suelen basarse en cuestiones de corrupción, como sobornos y desvíos. Además, hoy en día, la agenda de integridad no se puede disociar de las cuestiones relativas a la desigualdad y a la emergencia climática. Las empresas desempeñan un papel importante en esta agenda, y hablar de integridad empresarial actualmente, también significa abordar las cuestiones climáticas, de género, de derechos humanos, entre otras.
¿Cómo pretende el GT presentar la idea de compromiso a los países del G20 para prevenir la corrupción en el sector privado?
Vinícius Marques de Carvalho: Es importante darse cuenta de que la corrupción no es un problema exclusivo del sector público, sino que también existe en la iniciativa privada. Tenemos que trabajar no solo en la represión, sino también incentivando a que las empresas adopten medidas de integridad. En el G20, buscamos principios orientadores que refuercen la creación de estructuras internas de gobernanza en las empresas, que inhiban comportamientos corruptos y establezcan las oportunas consecuencias para tales prácticas.
¿Qué acciones concretas propone Brasil para luchar contra la corrupción y promover la integridad pública?
Vinícius Marques de Carvalho: En Brasil, tenemos programas como el Empresa Pro Ética, que reconoce empresas con sistemas de integridad robustos, y el Pacto Brasil pela Integridade Empresarial (Pacto Brasil por la Integridad Empresarial), que incentiva a las empresas a adoptar medidas anticorrupción, especialmente en proyectos gubernamentales. Además, hemos invertido en tecnología, como la Auditoria Preventiva em Licitações – ALICE (Auditoría Preventiva en Licitaciones), que es una herramienta con uso de inteligencia artificial para detectar y advertir sobre riesgos y evitar el derroche de recursos públicos. El sistema monitorea las licitaciones y contratos públicos en la búsqueda de posibles desvíos, contribuyendo a la prevención de la corrupción.
¿Cómo se relaciona el concepto de integridad pública con la reducción de las desigualdades y el enfrentamiento a los desafíos climáticos?
Vinícius Marques de Carvalho: La integridad pública implica una serie de agendas que permiten a la sociedad fiscalizar las acciones del gobierno, como el acceso a la información, la transparencia y la gobernanza abierta. Además, promueve el diálogo con la sociedad. En realidad, cuando hablamos de integridad, nos referimos a las instituciones y políticas en las que la sociedad pueda confiar. La integridad pública es fundamental para el desarrollo sostenible y económico de cualquier nación. Eso incluye la reducción de las desigualdades y el enfrentamiento a los desafíos climáticos que estamos experimentando.