El papel de la participación social en la inclusión de la inteligencia artificial en la Declaración de los Líderes del G20
La Declaración de los Líderes del G20 de 2024, presentada en Río de Janeiro, trata a la Inteligencia Artificial (IA) como un tema fundamental para el desarrollo sostenible y los derechos humanos en el contexto internacional. Consulte al respecto el artículo del investigador Atahualpa Blanchet, del Instituto de Estudios Avanzados de la USP y del Grupo de Investigación Transformación Digital y Sociedad de la PUC-SP, en exclusiva para la página web del G20 Brasil.

El documento ratificado por los jefes de Estado reafirma principios éticos fundamentales como la transparencia algorítmica, la explicabilidad, la no discriminación, la privacidad y la protección de datos, lo que se refleja de manera directa en la gran cantidad de debates y de insumos producidos en espacios de participación como el G20 Social, el L20 y otros grupos de trabajo del G20, como el GT de Economía Digital y el Grupo de Trabajo y Empleo del G20, por ejemplo.
Estos espacios han aportado las perspectivas de agentes diversos acerca de las potencialidades, los peligros y los desafíos de la IA, así como sus impactos en áreas como las de la salud, la educación, el medio ambiente, el mercado laboral y, sobre todo, en aspectos relacionados con la integridad de la información en los medios digitales y la percepción de la realidad en campos de innovación tan interesantes como la neurotecnología.
La inteligencia artificial en la Declaración de los Líderes del G20
El texto de la Declaración de los Líderes del G20 resalta que el progreso de la IA trae consigo grandes oportunidades para el desarrollo en el marco de la economía digital, pero que, al mismo tiempo, la tecnología requiere un enfoque responsable para garantizar su puesta en funcionamiento ética y centrada en el ser humano.
Además, el documento destaca la importancia de establecer mecanismos para la salvaguardia del respeto a los derechos humanos, promoviendo una gobernanza de la IA que tengan en cuenta elementos como los sesgos algorítmicos, la necesidad de supervisión humana y de una regulación adecuada y en sintonía con la aplicación de los principios enumerados en la Recomendación de la UNESCO sobre la ética de la inteligencia artificial, así como en la Declaración de Principios de Derechos Humanos en el ámbito de la Inteligencia Artificial del MERCOSUR, las cuales se presentan como guías e instrumentos de referencia acerca de cómo se puede alinear el desarrollo tecnológico con los valores humanos.
Al mismo tiempo, la Declaración reconoce que la integración de la IA en los entornos laborales ha de verse mediada por procesos de diálogo social y de negociación colectiva, y resalta la importancia de incluir a los trabajadores en el diseño de las soluciones tecnológicas y en el seguimiento de sus impactos sobre las condiciones laborales. En este sentido, cita también la necesidad de políticas de formación, capacitación y recualificación basadas en conceptos como el desarrollo de competencias y la formación continua.
Otro punto destacado resulta del compromiso de promover una IA responsable e inclusiva, dirigida a los sectores de la educación y la salud, que contribuya a reducir las brechas digitales con recortes de género y étnico-racial, sobre todo en los países en desarrollo, e insertada en el paradigma de la interacción humano-algoritmo.
La lucha contra la desinformación y por la integridad de la información
La declaración abordó el tema de la integridad de la información en los medios digitales y el combate a la desinformación, en especial en lo tocante a temas críticos como el cambio climático. Junto con los avances logrados en el documento en cuestión, se lanzó la Iniciativa Global para la Integridad de la Información sobre el Cambio Climático, con vistas a hacerles frente a estos desafíos y destacando la necesidad de transparencia y la responsabilidad de las plataformas digitales. Esta acción, que cuenta con la participación de la ONU y la UNESCO, refleja la necesidad de disponer de ecosistemas informativos saludables, que respeten la privacidad, protejan los datos y promuevan un flujo confiable de información.
La difusión de información falsa, sobre todo en cuanto a temas sensibles como el cambio climático, representa un desafío creciente en un contexto muy influenciado por la IA y las plataformas digitales. La iniciativa lanzada en el marco del G20 pretende no solo responsabilizar a las plataformas digitales, sino también promover la cooperación internacional para regular el entorno informativo, de modo a proteger el derecho al acceso a información fiable.
El papel de la participación social en la inserción de temas de IA
La inclusión de temas como la ética en IA y el diálogo social en la Declaración de Líderes se vio influenciada de manera directa por las contribuciones de los grupos de compromiso del G20. El G20 Social, en particular, jugó un papel fundamental al plantear perspectivas diversas y conectar los debates globales con las realidades locales. Un ejemplo de ello fue el debate sobre el impacto de la inteligencia artificial que propuso el Consejo Nacional de los Derechos Humanos de Brasil (CNDH). La actividad contó con la participación de los movimientos sociales, de entidades de la sociedad civil, de la academia, de gobiernos y de organismos internacionales.
Durante el evento, que se organizó en paralelo al encuentro oficial de los líderes, los movimientos sociales, las organizaciones sindicales y las instituciones académicas participantes presentaron sus análisis y recomendaciones relativos al impacto de la IA sobre los derechos humanos, el mercado laboral y, también, acerca de la importancia de reforzar la integridad de la información en los medios digitales.
El L20, grupo que reúne a sindicatos globales, también dio una contribución notable. Este espacio destacó lo urgente que resulta proteger los derechos de los trabajadores en un entorno cada vez más digitalizado, defendiendo que se utilicen las tecnologías emergentes como la IA para promover el trabajo digno y la inclusión social.
Se discutieron propuestas concretas, como directrices para el uso ético y seguro de la IA en el contexto laboral, algunas de las cuales fueron incorporadas al texto de la Declaración, lo que pone de manifiesto la relevancia que tiene el diálogo social a la hora de formular las políticas globales.
La importancia de las contribuciones provenientes de la participación social se apoya en experiencias históricas en eventos de gran envergadura, como las Cumbres Sociales del MERCOSUR, que trajeron consigo un enfoque colaborativo para la construcción de políticas regionales, la Cumbre de los Pueblos en Río +20, que amplió el debate sobre la justicia social y la sostenibilidad, y el Foro Social Mundial que, a principios de los años 2000, reunió a la comunidad internacional en busca de otro mundo posible.
Estos precedentes refuerzan la importancia de abrir espacios institucionales para la sociedad civil y asegurarse de que se oigan sus voces en los foros internacionales.
El papel fundamental del diálogo social y los principios de una IA responsable
La Declaración de los Líderes del G20 reconoció que el éxito en la integración de las tecnologías emergentes en los ambientes laborales depende de que se adopten procesos participativos e inclusivos. En este sentido, se destacó la importancia del diálogo social como una herramienta fundamental para asegurarse de que la sociedad tenga voz activa en la introducción de nuevas tecnologías. Ello tiene una relevancia especial en el contexto de la IA, puesto que transforma profundamente las relaciones sociales en temas como la seguridad pública, el trabajo y empleo, el medio ambiente, la salud y la educación, la comunicación, etc., con lo que plantea cuestiones relativas a la garantía de los derechos y de los principios fundamentales.
Los principios de transparencia algorítmica y de explicabilidad, reafirmados en la Declaración, resultan esenciales para mitigar los riesgos asociados a la discriminación y la opacidad de los sistemas de IA. Estos puntos han de influir en las regulaciones nacionales de los países que forman parte del G20. Además, el priorizar valores como la privacidad y la protección de datos refleja el compromiso del G20 en el sentido de alinear el desarrollo tecnológico con los derechos humanos, con vistas a fortalecer la confianza en el uso de las tecnologías digitales.
El futuro de la gobernanza de IA en el G20
El G20 de 2024, liderado por Brasil, sentó precedentes importantes para el futuro de la gobernanza internacional de la inteligencia artificial. La integración de los principios éticos vinculados con la afirmación de los derechos humanos refleja el impacto de la participación social y del diálogo multisectorial. La Declaración de los Líderes demostró que es posible una gobernanza responsable y centrada en el ser humano, siempre y cuando se incorporen los intereses de la sociedad civil y los de los movimientos sociales en los procesos de toma de decisiones.
El refuerzo de la cooperación internacional y la inclusión de los países en desarrollo son básicos para asegurar que los beneficios de la IA se compartan ampliamente y para que se mitiguen los peligros que trae consigo de manera equitativa. El G20 seguirá siendo un espacio de diálogo y de articulación para avanzar en esta agenda, y la continuidad de mecanismos de compromiso como el G20 Social y el L20 resultará fundamental para conseguir que la voz de la sociedad permanezca en el centro de la toma de decisiones en los foros internacionales.
Los avances logrados en 2024 deberán servirles de base a nuevas discusiones e iniciativas en el marco de la presidencia sudafricana, prevista para 2025, con miras a intentar fortalecer una gobernanza ética y responsable de la IA, que respete los derechos humanos y las necesidades de un mundo en rápida transformación.