El G20 preaprueba un documento sobre la gestión de residuos y la economía circular

El plan de trabajo presentado por la presidencia brasileña al G20 incorpora sugerencias de los países miembros y subraya el papel de los gobernadores y alcaldes para que se implementen las políticas públicas inclusivas. El documento preaprobado en la reunión de Manaos incluye la perspectiva social y la de los pueblos originarios en la formulación de las políticas medioambientales.

El G20 comenzó a aprobar un plan de trabajo sobre la gestión de residuos y la economía circular. El documento fue presentado por la presidencia brasileña y debatido en la reunión del Grupo de Trabajo sobre Sostenibilidad Ambiental y Climática del foro, que tuvo lugar esta semana en Manaos, capital de Amazonas, e incluye sugerencias de varios países miembros como Canadá y Australia.

Según Adalberto Maluf, secretario de Medio Ambiente Urbano y Calidad Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático (MMA, por sus siglas en portugués) de Brasil, este país presentó en el G20 el concepto de economía circular inclusiva, centrada en acciones relacionadas con los residuos sólidos y el cierre de vertederos. En la actualidad, el 38% de los residuos del mundo sigue sin eliminarse adecuadamente.

"Hemos creado algunos conceptos internacionales de criterios para empoderar a los recogedores de residuos, ampliar el reciclaje, estrategias nacionales para aumentar el compostaje, reducir el desperdicio de alimentos y hemos aportado estos nuevos conceptos que todavía no existían a nivel mundial de la economía circular inclusiva, pensando en todo el impacto que tiene el aumento del reciclaje, que tiene esta cadena en los trabajadores informales, en las acciones que hay que llevar a cabo desde el punto de vista de promover una mayor circularidad", declaró Maluf.

Además, el secretario dijo que las discusiones están alineadas a nivel global para la creación del criterio de promover el diseño de productos y la reducción de materiales que no se pueden reciclar con el fin de aumentar la circularidad de los productos desde el punto de vista técnico y biológico. La propuesta es impactar a los gobernadores y alcaldes de los países miembros del G20 para que implementen políticas públicas de gestión de residuos sólidos.

"Salimos con una estrategia de implementación que Brasil propuso para que la economía circular no sea solo un concepto sino una estrategia de implementación, un camino a seguir para los gobiernos subnacionales. La presidencia brasileña ha innovado al incorporar el papel de los alcaldes, de los gobiernos subnacionales, que son los que en última instancia implementan las políticas de gestión de residuos y promueven la economía circular", señaló.

Perspectiva social en la gestión de residuos sólidos

El embajador André Corrêa do Lago, secretario de Medio Ambiente y Cambio Climático del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE), destacó que los países miembros han acordado integrar la perspectiva social como significativa en los debates sobre gestión de residuos sólidos. Corrêa do Lago resaltó que Brasil, junto con países como Canadá y Australia, fueron enfáticos en incluir a las poblaciones indígenas en la formulación de políticas ambientales. En su opinión, la reciente atención prestada a estas comunidades es un importante paso adelante que refleja una nueva percepción global sobre la necesidad de tener en cuenta las culturas y conocimientos tradicionales en la búsqueda de soluciones sostenibles.

"Cuando Brasil presenta la cuestión de los recogedores de residuos, nos damos cuenta de la cantidad de países del G20 en los que los hay, pero no se les tiene en cuenta o se les olvida. Fue muy impactante ver el enfoque de Brasil y lo bien que están reaccionando los países. Este debate nos está permitiendo preparar documentos útiles que se llevarán a las demás etapas del foro, hasta la reunión de la Cumbre de Líderes", explicó Lago sobre la reunión de los presidentes de los países miembros del G20, que tendrá lugar en noviembre en Río de Janeiro.

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