El economista Gabriel Zucman propone que los billonarios paguen al menos un 2 por ciento de impuestos sobre sus fortunas cada año
El economista Gabriel Zucman, invitado especial del ministro Fernando Haddad para debatir sobre la fiscalidad de las grandes fortunas en el G20, afirmó en rueda de prensa el jueves (29) que es necesario un impuesto mínimo global coordinado sobre las grandes fortunas de al menos el 2% anual.

Si se aplicara, la medida tendría el potencial de desbloquear 250,000 millones de dólares adicionales en ingresos de impuestos. Lo más impresionante es que esta cantidad extra se generaría hoy con el impuesto mínimo del 2% aplicado a un grupo restringido de 3,000 multimillonarios, un indicador de la concentración de la riqueza y de la necesidad de un sistema más equitativo que, en opinión del economista, contribuiría a reforzar la cohesión social y la democracia
Zucman celebró la iniciativa de Brasil, que, como presidente del G20, llevó por primera vez el tema a la mesa de negociaciones de las mayores economías del mundo. "El liderazgo de Brasil al introducir este tema está impulsando un acontecimiento histórico", afirmó el economista de 37 años, que también es director del Instituto Tributario Europeo.
La mejor manera de resolver el problema de la "regresividad en la parte superior de la distribución" o, dicho de otro modo, que los más ricos paguen menos impuestos mientras los más pobres pagan más, proporcionalmente, es crear una norma mínima para que los países graven a los superricos, lo que evitaría una guerra fiscal entre países.
¿Y por qué gravar las fortunas si ya existe un Impuesto sobre la Renta? Según Zucman, la noción de renta no está bien definida, mientras que la de riqueza sí lo está. En el caso de Brasil, por ejemplo, un ciudadano asalariado paga el Impuesto sobre la Renta todos los meses, a través de deducciones en la nómina, mientras que los más ricos pueden reducir o simplemente no pagar impuestos recurriendo al asesoramiento jurídico y/o tributario.
El concepto de riqueza, especialmente la de los multimillonarios, según Zucman, está mucho más claro. Señala que existe buena información sobre el valor de las empresas propiedad de los superricos, muchas de las cuales cotizan en bolsa. E incluso cuando estas empresas no cotizan en bolsa, es posible estimar cuánto valen simplemente comparándolas con empresas del mismo tamaño y ámbito de actividad que tienen acciones cotizadas en bolsa.
Preguntado por la viabilidad de la propuesta, Zucman consideró utópico que todos los países se pongan de acuerdo en una solución única, pero dijo que no es necesario que todos estén de acuerdo para que se aplique la fiscalidad a los superricos. "No necesitamos un consenso global, se puede avanzar con una coalición de acuerdos".
También recordó un impuesto mínimo del 15% sobre los beneficios de las empresas multinacionales, propuesta por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); unos 140 países han aceptado la medida, aunque de momento sólo 35 la aplican.
Preguntado sobre cuándo entraría en vigor la tributación de las grandes fortunas, Zucman dijo que no había fecha límite, pero subrayó que cuanto más pronto mejor. El economista dijo que la propuesta que sugirió había recibido reacciones positivas, señalando que la secretaria del Tesoro de EUA, Janet Yellen, había mencionado que la administración Biden tendría un proyecto similar. "Está claro que en países clave como EUA, hay espacio para ideas como ésta. Francia también está muy a favor”.
Ganador de la Medalla John Bates Clark 2023, la segunda más importante en el campo de la economía después del Premio Nobel, y autor de libros impactantes como "La riqueza oculta de las naciones", Zucman dijo que está trabajando en un estudio, a petición del ministro Haddad, sobre cuestiones como qué hacer con los recursos obtenidos de la posible tributación de los superricos.