Del Arco de la Deforestación al Arco de la Restauración
Centrado en la captura de carbono de la atmósfera y la reforestación de la Amazonia, el BNDES presentó el proyecto "Arco de la Restauración" durante el Estados del Futuro, un evento paralelo al G20. Dividido en dos etapas, el proyecto estima capturar 1,65 mil millones de toneladas de carbono de la atmósfera hasta 2030.


Imagínese, en 30 años, reforestar un área de 24 millones de hectáreas, equivalente al estado de São Paulo. Ese es el objetivo del proyecto "Arco de la Restauración", presentado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES) durante el Estados del Futuro, un evento paralelo al G20 realizado en Río de Janeiro en el mes de julio. El desafío es reforestar la parte de la Amazonia conocida hoy como el "Arco de la Deforestación", una región que abarca el este y sur del estado de Pará, así como Mato Grosso, Rondônia y Acre. En esta región se encuentran los mayores índices de deforestación de la Amazonia.
La idea es replantar el bosque destruido y, con ello, capturar carbono de la atmósfera mediante el proceso de fotosíntesis —producción de energía— de los árboles, devolviendo oxígeno al medioambiente. Según el BNDES, sería posible eliminar 1,65 mil millones de toneladas de carbono de la atmósfera en 30 años. En total, más de 50 municipios se verán impactados.
Inversión necesaria
Según Tereza Campello, directora socioambiental del BNDES, se necesitarán aproximadamente BRL 204 mil millones para el proyecto. El trabajo se dividiría en dos etapas: la primera, que va hasta 2030, implica la restauración de áreas prioritarias, alrededor de 6 millones de hectáreas. Esta etapa requeriría una inversión de BRL 51 mil millones. La segunda etapa va de 2030 a 2050, con otros 18 millones de hectáreas adicionales restauradas y la utilización de otros BRL 153 mil millones.
Brasil ha invertido BRL 1 mil millones en la iniciativa por medio de dos fondos: el Fondo Amazonia, que recauda fondos de gobiernos, instituciones públicas y privadas, bajo la gestión del BNDES; y el financiamiento del Fondo Clima, del propio banco. Esta transferencia se considera el primer paso del recién lanzado Arco de la Restauración.
¿Cómo será la fiscalización del proyecto?
Según Campello, el banco ha estructurado cómo será la fiscalización de lo que se está gastando y cómo se medirá la cantidad de carbono almacenado. “Pretendemos organizar una plataforma, ya que estamos hablando de algo a mediano y largo plazo, por lo tanto, aprender de este proceso también será muy importante”.
Recientemente, el banco, junto con el Ministerio del Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil (MMA), lanzó la Convocatoria Restaura Amazonia, la primera licitación del Arco de la Restauración. Los estados se dividieron en tres macrorregiones, que abarcan todos los estados del Arco de la Deforestación, así como el estado de Amazonas y Tocantins. Las instituciones ganadoras de esta convocatoria ya han sido anunciadas.
Impacto del Arco de la Restauración
La directora afirma que la razón por la cual se eligió esta área para la reforestación, además de ayudar a frenar la deforestación, también es estratégica desde el punto de vista científico. “No se trata de plantar un montón de árboles. En primer lugar, porque no habría escala; y segundo, desde el punto de vista biológico, tener un bosque nativo [a ejemplo de la región del Arco] o un bosque de pinos [reforestación en áreas donde no había un bosque] tiene impactos completamente diferentes”.
Los bosques tropicales, como la Amazonia, simplemente por existir, reducen la temperatura mundial en 1 °C, según una investigación de la científica Deborah Lawrence, de la Universidad de Virginia (EE. UU.). El informe fue publicado en la revista Frontiers in Forests and Global Change (Fronteras en Bosques y Cambio Global). A pesar de que esta reducción parezca pequeña, ese enfriamiento de alrededor de 1 °C representa la mitad de lo que el Acuerdo de París prevé como aumento medio de la temperatura para finales de siglo, que es inferior a 2 °C.
Con la reforestación en un área de bosque nativo, la propia naturaleza también se regenera sola. Esto puede suceder con el aislamiento de esa área sin deforestación y con la preservación de la biodiversidad en el lugar, junto con acciones de reforestación, preservación y control del entorno. “Si logramos poner en marcha el proceso de restauración, será más fácil regenerar, ya que el bosque está al lado, alimentará el proceso de restauración; es más estratégico, porque será más rápido allí que en cualquier otro lugar”, explicó la directora.
Los bosques tropicales, como la Amazonia, simplemente por existir, reducen la temperatura mundial en 1 °C, según una investigación de la científica Deborah Lawrence, de la Universidad de Virginia (EE. UU.). El informe fue publicado en la revista Frontiers in Forests and Global Change (Fronteras en Bosques y Cambio Global). A pesar de que esta reducción parezca pequeña, ese enfriamiento de alrededor de 1 °C representa la mitad de lo que el Acuerdo de París prevé como aumento medio de la temperatura para finales de siglo, que es inferior a 2 °C.
En el evento Estados del Futuro, Campello subrayó que la iniciativa del BNDES no es una sustitución de otras formas de reducción de los problemas climáticos, sino un aliado innovador. “No existe hoy en el mundo ninguna tecnología instalada a escala de captura de carbono que realice esta tarea”, explicó. Además, aclara que el proyecto es un ejemplo global y hace un resumen sobre cómo quiere ser visto el banco. “Estamos aquí como impulsores del desarrollo y del derecho”.
El profesor del departamento de Geografía Física de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), Leandro de Deus, afirma que la iniciativa del banco es extremadamente válida para luchar contra el cambio climático, sobre todo si se combina con otras acciones, pero que cualquier intervención en el área se debe hacer mediante consulta a la sociedad. Leandro también pone de relieve que esta participación es aún mayor si se tienen en cuenta las áreas indígenas y de los cimarrones que pueden verse afectadas por la restauración de la vegetación.
Campello, del BNDES, dice que el proyecto también puede ayudar en la protección y preservación de áreas indígenas y de los cimarrones. “Hoy en día tenemos áreas más sensibles como el territorio de los indígenas, el territorio de los cimarrones y las unidades de conservación, muchas de ellas en riesgo de usurpación, entonces todo lo que podamos hacer para garantizar que haya deforestación cero y restaurar esos territorios, para nosotros es fundamental”, detalla.

Por Everton Victor y Julia Lima. Contenido publicado originalmente por la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad del Estado de Río de Janeiro - UERJ (Agenc)