A la luz del G20, la Troika de la COP busca ampliar el financiamiento para luchar contra la crisis climática global
Representantes de los Emiratos Árabes Unidos, Azerbaiyán y Brasil estuvieron reunidos en Río para debatir sobre acciones climáticas urgentes. En consonancia con las prioridades brasileñas en el G20, la Troika de la COP defiende el uso combinado de recursos públicos y privados para impulsar el financiamiento y hacer frente a los desastres ambientales.

Para adoptar medidas globales que resuelvan los efectos de la crisis climática en el mundo, especialmente en los países en desarrollo, se reunieron el miércoles, 24 de julio, en Río de Janeiro, representantes de organismos oficiales de finanzas y medioambientales y expertos de los Emiratos Árabes Unidos, Azerbaiyán y Brasil. Los países son reconocidos como la Troika de la COP (Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático), celebradas en 2023, 2024 y 2025, respectivamente.
Los debates se realizaron dentro del marco de las reuniones del Canal de Finanzas del G20 y en ellos se consideró como fundamental y urgente el uso de recursos públicos para impulsar los recursos privados en la lucha contra la crisis climática, frente al avance de las catástrofes ambientales que resultan en crisis humanitarias recurrentes en todo el mundo.
Según Fernando Haddad, ministro de Hacienda de Brasil, es necesario desbloquear el potencial del capital público y privado para impulsar la transición justa hacia una economía global resiliente. El ministro señala como solución de este desafío el fortalecimiento de las instituciones financieras de desarrollo.
“Estas instituciones desempeñan un papel crucial en la movilización de recursos, provisión de asistencia técnica y mitigación de riesgos en inversiones sostenibles. Reforzando sus capacidades, estarán mejor preparadas para apoyar a los países en desarrollo en sus ambiciones climáticas”, destacó Haddad.
Marina Silva, ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil, delega al G20 la responsabilidad de liderar con el ejemplo las medidas locales para solucionar los desastres climáticos locales. Silva señala que el grupo es responsable del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero y, en la misma medida, de los recursos financieros existentes, por lo que debe estar comprometido en la solución de los efectos extremos del clima.
“Ya pasó el tiempo de seguir exigiéndonos mutuamente. Este es el momento de escuchar a la ciencia y al sentido común establecidos sobre justicia climática y transición justa. Darnos cuenta de que los países en desarrollo necesitan ayuda y que los países desarrollados deben liderar esta batalla para que podamos tener una agenda robusta de reparación, adaptación y, sobre todo, de transformación de nuestros modelos de desarrollo”, defendió la ministra brasileña.
El G20 en el liderazgo de las soluciones climáticas
“El financiamiento es el aspecto más importante de la acción por el climática”, destacó Muhammed Al Hussaini, ministro de Relaciones Financieras de los Emiratos Árabes Unidos, que albergó la COP28 en 2023. Hussaini indicó que las metas para evitar el agravamiento de la crisis climática exigirán cambios medios y relativos para garantizar más inversiones climáticas.
El ministro emiratí subraya que la búsqueda de financiamiento climático pone a los ministerios de finanzas en el camino del liderazgo para el cambio de narrativa necesario sobre la viabilidad económica de las acciones. Para ello, propone que grupos globales como el G20 “aporten soluciones, para nuestros mayores desafíos” y sean líderes con soluciones para reducir los riesgos de las inversiones en la “búsqueda del desarrollo”.
Samir Sharifov, ministro de Finanzas de Azerbaiyán, país que albergará la COP en 2024, señaló que los países en desarrollo y las pequeñas islas, que son los más afectados por los efectos extremos del clima, necesitan urgentemente solucionar la crisis, lo que impulsa la necesidad de ampliar los recursos de los Bancos Multilaterales de Desarrollo (MDB, por sus siglas en inglés).
Según Sharifov, satisfacer las necesidades de financiación de la acción climática en el mundo requiere una movilización adicional de recursos dentro y fuera del Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG, por sus siglas en inglés), objetivo financiero que pretende establecer una base para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a los desastres provocados por la crisis climática.
“Los avances en algunas reformas globales muy importantes han sido muy eficaces, como la agenda triple sobre la reforma de los MDB, el plan de finanzas sostenibles y la revisión de los planes climáticos multilaterales. Creemos que el G20 podrá iniciar el aumento de la base de recursos de los Bancos Multilaterales de Desarrollo para el financiamiento climático”, indicó.
El debate tuvo lugar en el evento paralelo a las reuniones del Canal de Finanzas del G20 “COP28 - G20 Brasil: Haciendo que el financiamiento sostenible esté disponible y sea accesible”, celebrado el miércoles, 24 de julio, por la noche en Río de Janeiro.